Belén Esteban, que volvía de vacaciones ese día y que no se había enterado, en sus días libres, de lo que había pasado, iba un poco más allá dejando claro que había ciertas cosas de las que se hablaba fuera de cámaras pero que en directo no se decían: "Yo no sé lo que pasa, pero se está hablando de mala alimentación, malos hábitos, malas costumbres con el deporte... Esta depresión puede venir por diferentes cosas, pero se está hablando de otras cosas detrás de las cámaras. Pero, de todo se puede salir y lo mejor es afrontar las cosas", decía la de Paracuellos. Pero Anabel no quería seguir la dirección que marcaban sus compañeros y pedía respeto para la versión que su primo Kiko quisiera dar.
El más alegre de la familia
María Patiño le recordaba a Anabel Pantoja un comentario que había hecho antes de comenzar el programa: "Antes nos has dicho a Terelu y a mí que querías contar algo públicamente, pero sí que nos has contando que a tu primo no lo veías como siempre últimamente, porque tú dices que Kiko es quien os alegra en las penas, que es la alegría de la familia". Anabel, por su parte, refrendaba las palabras de su compañera: "Yo no sabía que él estaba así, a mí nunca me ha dicho nada. Sí es cierto que se lo noté en el vídeo que sacó, porque yo le conozco y verlo con esas ojeras me preocupó. También le ha podido afectar el gran cambio físico que ha sufrido, porque ha perdido muchos kilos y eso se nota, cuesta adaptarse. Yo lo noté porque ya no puedes comer lo que quieres ni la cantidad que quieres. Y es verdad lo que dice María, mi primo siempre ha sido el que ha tenido un chiste o una gracia para un mal momento y como yo nunca le he visto mal, ahora lo pienso y digo: 'joder, es que yo no le he preguntado nunca cómo estaba'", decía Anabel con el semblante muy serio.