Francisco Rivera no sale de un problema y ya se está metiendo en otro. El torero continúa en pie de guerra con los antitaurinos, con quienes recientemente ha tenido un nuevo encontronazo. El pasado martes 11 de abril Rivera soltó un comentario poco afortunado en el programa donde es colaborador, 'Espejo Público', que no sentó nada bien entre el sector de los animalistas.
El diestro se encuentra ahora mismo inmerso en la Semana Santa de Sevilla, donde participará este Jueves Santo como costalero del Cristo de las Tres Caídas, hermandad de la que forma parte desde hace años. En medio de esta festividad a la que tanta devoción profesa, ha sido el propio Rivera quien ha querido pedir disculpas por su comentario hacia los antitaurinos en el programa de Antena 3.
Francisco Rivera hablando en 'Espejo Público' desde Sevilla/ Fuente: Antena 3El marido de Lourdes Montes atacó una vez más a este sector, acusándolos en esta ocasión de su falta de aseo. "¿Para ser antitaurino hay que dejar de ducharse?", comentó el diestro en el programa que presenta Susanna Griso. Ante la enorme polémica que se levantó tras sus palabras, Rivera ha pedido perdón por su desafortunado comentario y ha asegurado que su intención no era fastidiar a nadie: "Si alguien se ha molestado mucho por mi comentario de lo de la duchita lo siento mucho".
Eterna lucha
Parece que los dimes y diretes entre Francisco Rivera y el bando de los antitaurinos no tienen fin. Recientemente el torero fue criticado por ser elegido como pregonero de la Semana Santa de Elda. Allí Rivera se encontró con una manifestación de un grupo de antitaurinos a los que, harto de sus críticas, les respondió con ese desafortunado comentario. Y es que el diestro ya está cansado de las ofensas que le hacen a los toreros, entre ellas hasta le han llegado a desear la muerte a su hija.
Fran Rivera y Lourdes Montes con su hija Carmen en la Semana Santa de Sevilla 2016Ante estos agravios hacia el mundo del toreo, Francisco Rivera ha querido animar al resto de sus compañeros a que denuncien cualquier amenaza o coacción. A lo que Oscar del Castillo, fundador del grupo antitaurino Gladiadores por la Paz, le respondió diciendo que él no invitaba a todos los toreros a que dejaran de matar. Veremos si estas conversaciones servirán para salvar las diferencias entre ambos bandos o si los toreros se animarán a poner denuncias.
