Galería: Bertín Osborne, una vida en imágenes
Eugenia Osborne, hija del conocido cantante y presentador Bertín Osborne, se mostró más sincera que nunca en 'Madres: desde el corazón', al compartir cómo vivió los primeros momentos de su maternidad, un camino que no fue elegido, sino inesperado. La empresaria confesó que el embarazo de su primer hijo, Juan, no fue planeado y truncó sus planes de vida con su entonces esposo, Juan Melgarejo: "Se me destrozaron todas las expectativas que tenía. Fue difícil ser madre, me sentí muy sola", contaba al recordar esa etapa, marcada por la ausencia de su pareja, la distancia de su familia y una maternidad que no llegó con el idílico instinto maternal que dicen sentir todas las madres.

Tras el nacimiento de Juan, Eugenia reconoció que no experimentó de inmediato el vínculo instintivo que se supone aparece al convertirse en madre. "Entre que yo era muy joven y que no buscaba ese embarazo, me acuerdo que miraba al niño y decía: ' ¿Por qué no me sale el instinto maternal? '". Este desconcierto le generó culpa, algo que, según admite, la acompaña desde el primer día que fue madre: "Desde el día que nace tu hijo, el sentimiento de culpa se hace cada vez mayor". La conexión emocional con su hijo no surgió enseguida, pero llegó con fuerza a los pocos días del parto, cuando finalmente sintió ese 'clic' que tanto deseaba.
El testimonio de Eugenia se vuelve aún más desgarrador cuando revive la pérdida de su hija Leticia, hermana melliza de Sandra, nacidas prematuras a las 27 semanas. Leticia falleció a los ocho días de nacer, y Eugenia aún siente una profunda culpa por haber viajado embarazada a Jerez, donde comenzó el desenlace que desencadenó el parto. "Hay un día de mi vida que cambiaría, y sería el día antes de irme a Jerez estando embarazada", confesó. Esta tragedia marcó un antes y un después en su vida, dejando una herida que, como ella misma dice, " la maldita culpa " no le permite cerrar del todo, ni siquiera después de más de una década.

El dolor por la pérdida de Leticia se entrelaza con otro episodio doloroso de su infancia: la muerte de su hermano Cristian, el primer hijo de Bertín Osborne y Sandra Domecq, quien falleció a los 15 días de nacer. "Me lo contaron como si fuese un episodio más, no se profundizó", recuerda Eugenia. Años después, Eugenia también tuvo que hacer frente a la pérdida de su madre en 2004: "Me enteré por la televisión". Este momento, que ella considera "el segundo peor de su vida", la dejó un dolor que sigue a día de hoy.
Una vida llena de golpes duros
A pesar de tanto dolor, Eugenia ha convertido sus episodios dolorosos en un relato de gran fuerza emocional y amor materno. Habla abiertamente con sus hijos sobre su madre, Sandra, a quien describe como una mujer muy alegre. Incluso confiesa que, casi doce años después de la muerte de Leticia, aún la siente consigo. " A veces sigo sintiendo a Leticia moviéndose dentro de mí es una sensación superrara, y no lo olvidas". Unas palabras que reflejan que el vínculo con una hija fallecida no desaparece y que el amor de madre persiste aún con el paso del tiempo.