Álex Ghita ha reaparecido en el último episodio de la séptima temporada de 'En todas las salsas' con ganas de hablar claro. El entrenador personal, ahora concursante de 'Warrior Games', ha aprovechado su paso por el videopodcast de Mtmad para hacer balance de su trayectoria en televisión y abordar sin filtros su relación con Adara Molinero, con quien mantuvo una relación sentimental marcada por la polémica.

Durante la entrevista, Álex no esquivó los temas delicados. "La cagué", confesó con seriedad al referirse a uno de sus mayores errores en televisión. Aunque no especificó el momento exacto, dejó claro que ha aprendido de sus equivocaciones. Entre los nombres que mencionó, Adara Molinero y Miguel Frigenti ocuparon un lugar destacado. Sobre su exnovia, fue especialmente contundente: "Si alguien tiene que pedir perdón es ella", afirmó con firmeza. Y aunque reconoció que ya ha pasado página, añadió con cierta distancia emocional: "Le deseo lo mejor, pero de lejos".
El creador de contenido también quiso zanjar el debate sobre si su popularidad se debe a su relación con la influencer. "He pisado realities antes y después de ella", aseguró, reivindicando su trayectoria independiente. Los colaboradores del programa debatieron sobre el impacto que pudo tener Adara en su carrera, pero Álex se mostró firme en su postura: su presencia en televisión no depende de nadie más.

Además, de repasar su pasado, Álex compartió novedades sobre su situación sentimental actual, aunque sin entrar en demasiados detalles. Su intervención coincidió con otros momentos destacados del programa, como la confesión de Alejandro Nieto sobre su reconciliación con Tania Medina y la última decepción amorosa de Lucía Sánchez. También Ivana Icardi se pronunció sobre la polémica que rodea a su cuñada, la Chica Suárez.
"Va a tener que dar la cara"
Con esta frase, Álex Ghita deja claro que su historia con Adara Molinero aún tiene capítulos por cerrar. Su paso por 'En todas las salsas' ha sido una declaración de intenciones: están dispuestos a hablar, a asumir sus errores y a exigir que otros también lo hagan.