Trump se ha encargado en esta ocasión de desprestigiar las elecciones en las que se enfrenta a Clinton, y puede que no llegue a aceptar los resultados que se conocerán el próximo 8 de noviembre, y ha dicho: "Lo veré en su momento. Lo dejo en suspense". No faltan ni veinte días para conocerse el nombre de la persona que se convertirá en presidente de Estados Unidos, y es que después de esta campaña tan caldeada y tensa, la intriga e inquietud se palpa en el ambiente electoral.
El debate fue un cuerpo a cuerpo, un cara a cara que incluyó descalificaciones personales propias de Trump, aunque Clinton tampoco se quedó callada. El republicano llevaba días diciendo, aunque sin presentar pruebas, que todo estaba amañado, y que las elecciones favorecerían a la candidata demócrata, entre otras cosas ha dicho: "Los medios son corruptos" y "Hay millones de personas para votar que no deberían poder estarlo".
Pero a pesar de su manera de ver las cosas, lo cierto es que en las últimas encuestas realizadas sobre el resultado electoral, Hilalry Clinton está en alza por encima de él unos 7 puntos. Por otro lado, Trump, a la hora de argumentar que todo está amañado dijo: "Clinton no debería poder presentarse a las elecciones" e hizo referencia al caso de los correos.
Eso sí, en esta ocasión Trump llegó con más fuerza que nunca, ye s que empezó mejor que en sus dos anteriores debates presidenciales. No gritó tanto, no llegó a perder los nervios e insultó más moderadamente, pero consiguió que Clinton estuviese a la defensiva. Y poco le duró esta posición, porque después recuperó sus formas atacando a Clinton, llegando a decir de ella: "Qué mujer tan desagradable".
Entre sus 'tira y afloja' llegaron a mencionar a grandes líderes políticos, pero el más protagonista de esta conversación fue Vladimir Putin, y es en una ocasión Hillary Clinton llegó a decir que Trump era una marioneta del líder ruso, a lo que Donald Trump no pudo quedarse callado: "Tú sí que eres una marioneta", dijo sin miramientos, y añadió: "Putin ha demostrado ser más listo", lo comparó tanto con ella como con Obama. Y por otro lado, mientras elogiaba a algunos líderes políticos, puso en duda las alianzas entre Estados Unidos con Alemania y Japón.
Para ellos ésta ha sido la última vez que se han visto las caras, y ambos, igual que el resto del país, están deseosos de saber qué ocurrirá el próximo 8 de noviembre. No obstante, sin duda éste fue el peor debate donde tuvieron que enfrentarse más que nunca, y donde optaron por no estrecharse las manos ni tan siquiera al finalizar.