Cuando se cumplen 4 meses y 18 días de su ingreso en prisión, la defensa de Dani Alves tendrá una última oportunidad de conseguir su libertad provisional hasta la celebración del juicio por la presunta violación a una joven en una discoteca de Barcelona de la que se le acusa y por la que podría enfrentar una condena de entre 7 y 9 años. La instrucción del caso estaría así a punto de terminar a la espera también de las conclusiones del forense y perito asignados por la defensa de Alves para realizarle un examen psicológico a la víctima y comprobar si esta tiene realmente alguna secuela por lo ocurrido aquella noche.
Todo se decidirá este viernes 9 de junio para cuando la Audiencia de Barcelona ha convocado una vistilla en la que participarán todas las partes: Fiscalía, la abogada de la presunta víctima y el abogado del jugador de fútbol para examinar el último recurso presentado por este último en el que se solicitó por segunda vez la puesta en libertad condicional para Dani Alves.
Dani Alves en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid en 2018Esta solicitud corresponde con la declaración que el brasileño hizo el pasado 17 de abril ante la jueza que instruye el caso y en la que dio una nueva versión de los hechos, la cuarta desde que declarase por primera vez el 19 de enero, y por la que ingresó en prisión al día siguiente tras pasar la noche en el calabozo. Esta vez, tras 3 meses privado de su libertad, Alves reconoció finalmente las relaciones sexuales con penetración aunque aseguró que en todo momento habían sido consentidas.
Dani Alves dio hasta 4 versiones diferentes
En cuanto al motivo de ocultarlo hasta ese momento, este aseguró que había sido por no hacerle daño a su todavía mujer, la modelo Joana Sanz, ya que no quería reconocer que le había sido infiel aquella noche del 30 al 31 de diciembre de 2022. Tras esto, su equipo de abogados entregaba un infirme de 200 páginas analizando las imágenes de las cámaras de seguridad que captaron el antes y el después de que acusado y denunciante estuviese en el cuarto de baño en el que se produjeron los hechos y con el que pretendían demostrar que lo ocurrido entre ambos, lejos de haberse vivido un "microcosmos de pánico y terror" como el narrado en las declaraciones de la víctima, lo que se puede ver es un "galanteo sexual" en el que acusado y víctima están bebiendo, bailando, coqueteando y hasta besándose en varias ocasiones antes de entrar en el cuarto de baño, tal y como recogía El Mundo por aquel entonces.
Dani Alves en París en 2017Para la defensa también era más que evidente que la víctima había accedido de forma voluntaria a tener relaciones sexuales porque, tal y como se ve en las imágenes, entra en el cuarto de baño un par de minutos más tarde que Dani Alves y tras haber estado charlando con sus dos amigas, teniendo -según ellos- tiempo más que suficiente para no ir e incluso irse de allí si tan incómodo era todo aquello para ella: " Se nos ocurren 1.000 razones distintas a la agresión para que una mujer joven de 23 años que ha realizado sexo con un varón de 40 en un lavabo estalle en llanto ", añadía. Según el futbolista, esta decidía denunciarlo luego a posteriori porque le pidió que saliese del baño después que él para que nadie sospechase de lo que podría haber ocurrido entre ellos -consentido según su versión- dentro del baño.
Unas razones que tampoco convencieron en esa ocasión a la jueza que decidía mantener en prisión al jugador hasta la celebración del juicio por la presunta violación teniendo en cuenta motivos como las múltiples declaraciones de Alves en las que "en cada una de ellas ha dado una versión diferentes de los hechos", asegurando también que reconocer ahora que había habido penetración era algo que "no le quedaba más remedio" porque ya se habían encontrado líquido seminal en el interior de la vagina de la víctima. En cuanto al informe, concluye: " Es curioso que, si todo fue tan bien como dijo, después de salir del baño no vuelve a dirigirle la palabra ", reconociendo el relato de la víctima desde el principio como claro, firme, contundente, verosímil, coherente y persistente.
