Que el Príncipe Harry levanta pasiones, es un hecho, y quizás más desde que está soltero. Sin embargo, algunas personas van más allá y llegan incluso a pedirle matrimonio, o a algo más. Así ocurrió en Sydney, donde el hijo del Príncipe de Gales cumplió con sus últimos compromisos oficiales antes de poner rumbo a la última parada de su gira, Nueva Zelanda.
El militar se convirtió en todo un soldado del amor, pues todos y todas querían abrazarle, tocarle y darle besos, desde las más mayores hasta las más jóvenes. Simpático como suele ser, el Príncipe se mostró muy amable con todos los ciudadanos, pero todo tiene un límite.
Con ganas de conocer a su sobrina Carlota
Más allá de las anécdotas, el Príncipe Harry ha seguido volcado con su faceta militar en Australia en este tour que también le va a llevar a Nueva Zelanda, y que llega antes de que el joven diga adiós a su carrera en el Ejército.
Aunque está disfrutando mucho con este viaje, Enrique de Gales está deseando regresar a Reino Unido para conocer a su sobrina Carlota, a la que solo ha podido ver en foto: "Es absolutamente preciosa. No puedo esperar a conocerla", comentó cuando nació la segunda hija de su hermano Guillermo.