Parece que la Princesa Leonor ya se ha adaptado a su nueva vida en la Academia Militar en Zaragoza, donde tendrá que estudiar durante tres años como ya hizo en su momento su padre, el Rey Felipe VI. Su día a día en la Academia no ha trascendido pero sí que se le ha podido ver haciendo vida fuera junto a algunos de sus compañeros. Una de esas primeras salidas fue al poco de comenzar sus estudios allí.
La Princesa Leonor acudió junto a un grupo de compañeros a un conocido bar de la zona universitaria y allí se ocupó de pedir la ronda para todos los que iban con ella. Se mostró natural y simpática y pasó el rato con sus compañeros comiendo y bebiendo algún refresco. Ahora el divertimento ha sido distinto, pues Leonor de Borbón no ha acudido a ningún bar de la zona.
La Princesa Leonor durante una de sus primeras lecciones en la Academia de ZaragozaEl Heraldo de Aragón ha publicado la noticia pues la presencia de Leonor en una papelería causó cierto estupor a los que allí se encontraban. La Princesa se paseó por las calles de uno de los barrios de Zaragoza el pasado 26 de agosto cuando acudió a una papelería acompañada por alguno de sus compañeros de la Academia. Allí, la Princesa hizo acopio de material escolar.
Una chica más
Leonor entró a una conocida cadena de papelerías en torno a las seis de la tarde, según ha contado la dueña de la tienda en la que fue vista. Al parecer, iban todos los compañeros y ella vestidos con ropa de calle porque tenían la tarde libre. La dueña ha explicado lo siguiente: " Mis compañeras se quedaron sorprendidas cuando vieron a la Princesa en la tienda, pero ella se portó como cualquiera del grupo de cadetes que entraron juntos ".
La Princesa Leonor en su ingreso en la Academia Militar de Zaragoza para comenzar su formación militarAdemás, la dueña continuaba diciendo: " Es verdad que hubo expectación al poder verla de esta manera y tan de cerca; las trabajadoras estuvieron inquietas ". Al parecer, lo que la Princesa se llevó fue "un forro que utilizan para meter los mapas de las maniobras, unas carpetas de gomas y un cuaderno pequeño para tomar notas. Ella pagó lo que compró el sábado y luego se marcharon todos juntos", concluía la dueña.
