Jorge y Victoria Romanov, los Grandes Duques de Rusia, han presentado públicamente a su primer hijo, el pequeño Alexander. La pareja dio la bienvenida al heredero al trono imperial ruso el pasado 21 de octubre de 2022 a través de un comunicado publicado por la Casa Imperial Rusa y ahora el feliz padre ha mostrado en su cuenta de Instagram una emotiva fotografía en blanco y negro en la que aparece junto a su mujer, Victoria Romanovna, mientras sujeta en brazos a su primer hijo.
El Gran Duque ha aprovechado la ocasión para comunicar que la pequeña familia ya está instalada en su hogar y agradecer al equipo médico que ha atendido a su mujer: "La Princesa Victoria y yo ya estamos de vuelta en nuestro hogar con nuestro hijo. Deseamos expresarle nuestra más sincera gratitud al equipo médico del hospital ZKB de Moscú por su atención médica especializada y también por su empatía y apoyo", escribe junto a la imagen de los tres, a la vez que agradece todo el cariño que han recibido : "Estamos verdaderamente agradecidos por las miles de felicitaciones y buenos deseos que hemos recibido por el nacimiento de nuestro pequeño Alexander de todas partes del mundo. A todos y cada uno de vosotros: nuestros más sinceros agradecimientos", termina su mensaje el pretendiente al trono ruso.
La pareja se dio el "sí, quiero" hace tan solo un año, el 1 de octubre de 2021, en una ceremonia que duró tres días y a las que acudieron royals de todas las partes del mundo. Con motivo del enlace, la novia tuvo que convertirse a la creencia ortodoxa y cambiar su nombre de soltera, Rebecca Bettarini, al de Victoria Romanovna. Tan solo unos meses después, en mayo de 2022, la pareja dio la noticia de que esperaban su primer hijo. Con su nacimiento, el pequeño se ubica directamente en la línea sucesora al trono imperial ruso, ya que su abuela, María Vladímirovna, es la actual dirigente de la Casa Imperial Rusa y la autoproclamada emperatriz del país.
El tercero en la línea sucesoria
La llegada del pequeño ha supuesto una gran alegría para la familia Romanov, pues marca la continuación de una dinastía centenaria que perdió el poder de Rusia con la Revolución de 1917. Aunque el trono ruso es inexistente desde entonces, la Gran Duquesa continúa con el legado de su familia y defiende la posición de sus descendientes como herederos. Alexander Romanov sería el tercer pretendiente al trono, tras su abuela y su padre, y su nacimiento en Moscú marca un antes y un después en la historia de su familia.
La boda de sus padres, el pasado año, fue la primera boda Romanov celebrada en territorio ruso en un siglo, lo que supuso un gran acontecimiento para el país. A ella acudieron algunas de las casas reales y dinastías más importantes no solo de Europa, sino del mundo entero.