SINCERA

La Gran Duquesa de Luxemburgo habla de la cara amarga de pertenecer a la realeza

María Teresa de Luxemburgo ha explicado que no todo es tan bonito como se cree y que cuando te casas con un Rey o heredero te casas también con la institución y el país.

G.A. 30 Abril 2021 en Bekia

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María Teresa de Luxemburgo celebró 40 años de matrimonio con el Gran Duque Enrique de Luxemburgo el 14 de febrero de 2021. Por ese motivo, la pareja reinante habló del amor que les llevó a casarse y que les ha mantenido unidos durante la mayor parte de su vida. Pero también, la consorte expresó su malestar por los cambios en la Casa Gran Ducal a consecuencia del Informe Waringo, que no dejaba en buen lugar a la Gran Duquesa.

Posteriormente ha seguido dando entrevistas. Una muy llamativa tuvo lugar cuando abrió las puertas del Castillo de Berg para 'Good Morning America' de ABC. La Gran Duquesa de Luxemburgo no hizo referencias a lo que mantuvo en Paris Match, pero sí habló de otras cuestiones, como el hecho de lo complicado que resulta entrar en la realeza y formar parte de ella: "La verdadera dificultad fue pasar del anonimato a ser una figura pública. Cuando te unes a una Familia Real, también te casas con la institución y el país".

Una vida de servicio y de compromiso

María Teresa de Luxembugo confesó que se dio cuenta de que enamorarse de un príncipe era todo un problema por lo que implicaba, pero que no pudo evitar acabar enamorándose como lo hizo del que entonces era Gran Duque Heredero. Recordó que pertenecer a una Familia Real supone una responsabilidad e implica renuncias: "Pertenecer a una Familia Real es una responsabilidad especial. Renuncias a tu libertad, es una vida de compromiso con tu país y por supuesto de servicio. Tienes que estar ahí para la gente sin quejarte.

"Tendemos a dar la impresión de que pertenecer a una Familia Real es solo alfombras rojas, tiaras y cosas bonitas. Pero puedo decirte que llevar una tiara en la cabeza durante cinco horas en una cena de Estado puede darte un serio dolor de cabeza. Ese también es el otro lado", confesó la consorte real, que al ser preguntada por todo lo que ha pasado con los Duques de Sussex señaló que aunque pueda ser triste, no puede juzgarlo.

Lo que sí valora es cómo su posición le permite ayudar a los demás, algo que ya había aprendido dentro de su propia familia, los Mestre Batista. Sin embargo, al mismo tiempo reconoce que no siempre puede hacer todo lo que le gustaría o que no siempre puedes hacer lo que más te gusta o te interesa: "Cuando te enfrentas a una situación que tienes que hacer pero no quieres, bueno, no vas a denunciar este sistema al que perteneces porque has tenido la suerte de entrar en él cuando te has casado", añadió la Gran Duquesa de Luxemburgo, que da gracias por su posición y por la familia que ha creado junto a Enrique de Luxemburgo.

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