EN EL PALACIO IMPERIAL

Cena de gala en Japón: Del estilo de la Reina Letizia, al brindis inconcluso y la presencia de Masako

Los Emperadores de Japón ofrecieron una cena de gala a los Reyes de España en la que estuvo presente toda la Familia Imperial.

Guillermo Álvarez 06 Abril 2017 en Bekia

Galería: Viaje de Estado de los Reyes Felipe y Letizia a Japón

Tras ser recibidos oficialmente por los Emperadores de Japón y participar en los primeros actos oficiales de su Viaje de Estado, llegó el momento de vestirse de gala para la cena con la que Akihito de Japón agasajó a los Reyes Felipe y Letizia con motivo de su estancia en el país del sol naciente.

La velada se desarrolló en el Palacio Imperial de Tokio, hasta el que se desplazó toda la Familia Imperial Japonesa, que quiso tener todas las atenciones con tan queridos e ilustres invitados. Los anfitriones fueron Akihito y Michiko de Japón, que se desvivieron para que los Reyes de España estuvieran cómodos.

Fueron en torno a 150 los invitados además de las dos parejas reales. Del lado de la Familia Imperial acudieron los Príncipes Herederos Naruhito y Masako, el Príncipe Akishino y la Princesa Kiko, así como sus hijas, la Princesa Mako y la Princesa Kako. Los grandes ausentes fueron los pequeños de la corte, la Princesa Aiko, hija del Heredero, y el Príncipe Hisahito, que pese a ser el tercer vástago del Príncipe Akishino se convertirá en sucesor cuando su tío Naruhito llegue al trono debido a las leyes sálicas que impiden reinar a las mujeres.

Las princesas japonesas iban elegantes y correctas, pero nada pudieron hacer ante la Reina Letizia, que apostó por Felipe Varela, como no podía ser de otra manera, y acertó de pleno. La consorte llevó un vestido en tul azul noche con bordado de hojas en hilo y cristal marino, prusia y zafiro. Este diseño con escote barco que le sienta como un guante, fue llevado en julio de 2015 en la cena de gala con la que se obsequió al presidente de Perú Ollanta Humala en el Palacio Real de Madrid.

Como complementos, llevó la tiara floral, su joya favorita del joyero real, una pieza que está en la Casa Real desde que el dictador Franco se la regaló a la Reina Sofía cuando se casó con el Rey Juan Carlos el 14 de mayo de 1962 en Atenas. También lució un brazalete de Cartier y el boque de flor de lis, símbolo de los borbones, que llevaba prendido en la banda amarilla con dos rayas rojas.

El Emperador brindó con Felipe VI, que tuvo unas palabras de agradecimiento por la buena acogida dispensada a la delegación española: "La Reina y yo os agradecemos muy sinceramente vuestra amable invitación para realizar esta Visita de Estado a Japón, así como la cálida acogida que nos habéis dispensado. Ambos guardamos un recuerdo inolvidable de la visita que hicimos a este querido país como Príncipes de Asturias en 2005".

Una vez más quedó de manifesto la poca disposición que la Reina Letizia tiene a beber alcohol. El Emperador Akihito chocó la copa con ella, y tras el gesto, ella decidió no llevarse el contenido de la misma a los labios. En su momento chocó y dio pábulo a comentarios y especulaciones. Ahora ya forma parte del ritual habitual de Doña Letizia, y por tanto no sorprende.

Lo que sí sorprendió fue ver tan alegre y animada a la Princesa Masako, la que será Emperatriz consorte en cuanto Japón acepte la abdicación de Akihito (se espera que el relevo en el trono del crisamento el 1 de enero de 2019). Debido a su depresión crónica, es habitual que no se debe ver en público, pero en este caso ha vuelto a tener la deferencia de participar tanto en la ceremonia de bienvenida como en la cena de gala en honor a los Reyes de España, a los que como el Príncipe Naruhito, tiene un cariño especial.

Un Viaje de Estado con potencial diplomático y económico

Este viaje tiene como objetivo mejorar las ya buenas relaciones entre España y Japón. Además, se busca mejorar la cooperación empresarial y comercial entre ambas naciones, que tienen intereses compartidos. En un momento delicado para Europa por el Brexit, estrechar lazos con el país del sol naciente, que es la puerta de entrada al eje Asia-Pacífico, es muy importante tanto a nivel diplomático como económico.

Por ello era tan necesario este Viaje de Estado del Rey y la Reina, que han vuelto a dejar de manifiesto la excelente relación entre la Casa Real Española y el trono del crisantemo y que supone la primera incursión de Felipe VI como Monarca a tierras asiáticas. No será la última...

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