Los Reyes d España han tenido que decir adiós al país asiático después de haber disfrutado de unos días durante su visita oficial de Estado.
El viaje de Estado a Japón de los Reyes de España ha llegando a su fin. El Rey Felipe y la Reina Letizia viajaron el pasado 6 de abril hasta la ciudad de Shizuoka, y lo hicieron en un tren de alta velocidad desde Tokio, el tren Shinkansen, conocido como el 'tren bala'. No lo hicieron solos, ya que se desplazaron acompañados por los Emperadores Akihito y Michiko.
El motivo de tal viaje fue acudir al centro de prevención de terremotos, ya que es una zona muy amenazada y toda su población se entrena para ello y vive preparada en su día a día para la catástrofe, ya que a pesar de los sistemas de observación, es muy posible que no se pueda prever el movimiento sísmico. Lugares emblemáticos del país
La primera parada de tal viaje la hicieron en el Centro de Estudio, Concienciación y Prevención de Catástrofes Naturales provocadas por movimientos sísmicos, lugar donde pudieron escuchar todas las explicaciones de qué hacer en caso de que se produzca un terremoto. No solo estuvieron con los Emperadores de Japón, sino que además fueron recibidos por el gobernador de Shizuoka, Heita Kawakatsu y el alcalde Nobuhiro Tanabe.
A media mañana se trasladaron hasta su segunda parada, el complejo Fugetsuro, donde se encuentra el reloj original regalado por el Rey Felipe III al gobernador Tokugawa Ieyasu en 1611, como muestra de gratitud por el rescate de la tripulación del galeón español San Francisco hundido en Onjuku, al norte de Tokio, en 1609 y que en la actualidad se custodia en el Templo Tunozan Koshogu. Tradición japonesa
Por otro lado, visitaron también el complejo sintoísta de Sengen, formado por 26 templos de madera. Los Reyes tuvieron el placer de presenciar un espectáculo de música y danza tradicional japonesa antes de dirigirse al aeropuerto Monte Fuji. Par esta ocasión, la Rena Letizia se mantuvo elegante como siempre, y escogió un traje chaqueta de color Scuba Blue, combinado con unos zapatos de salón de ante del mismo tono. Sus pendientes, en forma de espiga y de Chanel consiguieron llamar mucho la atención por su diseño y apostó por un semirrecogido con la raya a un lado y mechones torcidos.