Las tensas miradas entre Terelu Campos y Pipi Estrada en su encuentro en Málaga

Terelu Campos y Pipi Estrada formaron una de las parejas más televisivas de hace ya bastantes años. Sin embargo las cosas entre ellos no acabaron demasiado bien, por no decir que finalizaron de forma pésima ya que incluso la periodista le denunció para proteger su intimidad. Con el paso de los años se han ido evitando pero hay un día que no pueden evitar encontrarse.

La familia Campos es una amante de la Semana Santa y, concretamente, de la de Málaga, su ciudad natal. Por eso ningún año se pierden esa cita que para ellas es obligatoria. Junto a Pipi Estrada, Terelu disfrutó de alguna Semana Santa y fue gracias a ella por lo que él tuvo su primer contacto con la Cofradía de Jesús Nazareno El Rico y María Santísima del Amor.

Terelu Campos siguiendo las procesiones de Málaga de la Semana Santa 2017

Cuando ambos estaban juntos el colaborador deportivo no dudó en apuntarse como costalero en la cofradía al saber que Terelu Campos era gran amante de esta desde que su padre hubiera formado parte de ella antes de fallecer. El problema vino cuando su relación amorosa se torció y desde entonces nada ha cambiado, algo que molesta especialmente a la colaboradora de 'Sálvame'.

Fue el propio Pipi Estrada el que contó en alguna ocasión que María Teresa Campos había ofrecido a la cofradía 18.000 euros para evitar que él saliera como costalero y así evitar el encuentro con Terelu Campos que no falta nunca a la procesión. Sin embargo esto no surtió efecto y Pipi sigue formando parte de la cofradía.

Terelu Campos y Pipi Estrada

El tenso encuentro

Cada año Terelu Campos acude a la procesión en Málaga y por eso algunas veces se 'topa' con su ex Pipi Estrada. En este miércoles santo ha vuelto a ocurrir lo de cada año, pero en esta ocasión ha sido algo mucho más tenso. Según cuenta Esdiario uno de los costaleros que iba con el periodista deportivo portando el trono le advirtió de que Terelu Campos le estaba mirando fijamente a lo que Pipi decidió pasar olímpicamente y no devolverle la mirada. Está claro que las cosas siguen igual de mal que hace unos años.