La pareja está unida por la fe mientras están completamente inmersos en los preparativos de su boda.
Tamara Falcó finalmente ha conseguido su cometido, que era conseguir que íñigo Onieva se convirtiera en un hombre de fe. Así se fraguó su reconciliación, con Dios mediante, ya que quedaron para acudir a la Misa del Gallo justo cuando el año 2022 estaba a punto de terminar. La hija de Isabel Preysler ha demostrado que el perdón va por delante, dando una nueva oportunidad al diseñador, es por eso que han conseguido retomar la confianza previa a la deslealtad de Onieva.
Los dos han sido vistos muy cómplices mientras acudían a misa, en concreto a la Iglesia de Santa Bárbara. Los dos fueron coincidiendo con el Domingo de Cuaresma, cumpliendo con la tradición. El plan de Onieva era seguir los pasos de su chica y cumplir con su promesa, que era centrarse en ella y en su relación. Es por eso que ha preferido dejar sus salidas nocturnas a un lado, así como sus encuentros con diversas amistades, con el fin de que su vínculo con la Marquesa de Griñón salga adelante de una vez por todas. La pareja se encuentra, a su vez, inmersa en sus preparativos de su boda, centrados en que no se les escape ninguno de los detalles. Asimismo, ha salido a la luz la posible lista de bodas que habrían hecho llegar a los invitados, con el fin de recibir regalos que se ajusten a sus gustos y preferencias.
Para crear esta lista ha confiado en la agencia de wedding planner, A-Típica, que le ha preparado un folleto que la socialité ha mostrado en las redes sociales a través de un vídeo. Se trata de un álbum de más de 200 páginas, pero poco se ha podido conocer sobre el contenido. Mantas de casi mil euros, vajillas, cubiteras...
Al entrar en la tienda online de esta agencia, A-Típica, se puede ver una amplia variedad de artículos que pueden pertenecer a la lista de bodas del futuro matrimonio. Lo cierto es que no se sabe en concreto cuáles han elegido, si bien es cierto, esto sirve para hacerse una idea, y en su mayoría son cosas para el hogar. En esta lista figuran mantas de 800 euros, vajillas de 3.000 euros, candelabros de 600 euros, espejos de 500 euros, servilletas de 40 euros o incluso una cubitera valorada en 1.300 euros. Sin duda alguna tienen todo muy claro y esperan que sus invitados estén a la altura de las circunstancias.