La presentadora está intentando llevar esta situación con entereza, aunque a veces resulta algo complicado.
Ana Rosa Quintana ha terminado la que puede que haya sido su semana más dura de trabajo desde comenzó a formar parte del panorama televisivo. Ella misma ha expresado a través de las redes sociales cómo se siente en un momento muy delicado para todos los españoles, y aunque sea toda una profesional, también es humana.
Ha estado al pie del cañón, haciendo llegar la última información relativa a la crisis sanitaria del coronavirus, sin embargo, después de que haya más de 5.000 fallecidos por culpa de esta pandemia, lo vive de un modo algo personal y como era de esperar, no puede evitar emocionarse. Ella misma lo expresaba de esta manera a través de su cuenta de Twitter, diciendo: "No recuerdo en más de 30 años de profesión una semana más dura y triste. No por las horas trabajadas, ni por el desgaste emocional, sino porque cada llamada de auxilio y cada testimonio es más desolador y genera impotencia y dolor".
Y en cuanto al aplauso diario por todos los sanitarios que siguen luchando por la salud de tantas personas, ha dicho: "Os aseguro que estoy llorando todos los días cuando salimos a aplaudir y veo a todo el mundo aplaudiendo. Ayer en mi casa, además, ponían 'Resistiré' unas chicas jóvenes". No está siendo fácil para ella ni para nadie
Desde que todo esto comenzó, Ana Rosa Quintana ha mostrado lo preocupada que está por todo lo que está sucediendo. Como cualquier madre, también ha hecho llegar la preocupación que siente por su familia, es más, su preocupación se agrava porque uno de sus hijos está estudiando fuera, aunque fue a buscarlo para que pasara la cuarentena en familia.