Olvido Hormigos enseña su casa, presume de su hija Valeria y proclama su amor de madre: "Por mis hijos doy la vida"

La revista Lecturas se ha convertido en una gran aliada de Olvido Hormigos, que tiene a esta casi ya como su revista de cabecera. La archienemiga de Belén Esteban está viviendo un buen momento, está de moda, y ha conseguido mejorar su imagen tras su corto pero intenso paso por 'Gran Hermano VIP', donde fue marginada por casi todos los concursantes.

Esta semana, la exconcejala de Los Yébenes no solo habla para la publicación, sino que además abre las puertas de la casa que tiene en el citado pueblo toledano y que comparte con su marido, Jesús Atahonero, y con sus tres hijos. En la casa que muestra Olvido Hormigos en este reportaje que comparte con su pequeña Valeria, se ve que la expolítica tiene buen gusto y que pese a que ha arreglado su hogar para las fotos, no ha 'maquillado' la vivienda.

Vida normal en Los Yébenes

"Por mis hijos doy la vida", asegura Olvido Hormigos, que se muestra tan madre coraje como cualquiera, y es que no hace falta ir pegando gritos sobre lo mucho que uno ama a sus vástagos para quedar como buena madre. La expolítica, de gestos educados y medidos, está loca con sus hijos, y por eso, y por lo mucho que quiere a su marido pese a la falta de pasión, sigue queriendo que los cinco vivan bajo el mismo techo.

Pese a que el amor ya se fue, Olvido Hormigos no quiere ni oír hablar de separación con Jesús Atahonero, con el que se lleva muy bien y hace de todo, salvo practicar sexo: "Jesús y yo hacemos todo juntos menos el sexo. Nos va mejor que a algunos que no han pensado nunca en separarse", asegura a la publicación.

El problema no viene de ellos, sino de la sociedad que no ve con buenos ojos una relación así. Más allá de lo que piensen los españoles que siguen sus andanzas en la prensa del corazón o en la televisión, lo ha pasado peor por lo que dicen en Los Yébenes, pero al final ha terminado haciendo su vida al margen de comentarios : "En el pueblo sufrimos hostilidad, aunque a mí no me dicen nada a la cara. Durante un tiempo a Jesús le daba reparo salir, pero ahora salimos a tomar algo sin problemas".