Nicole Kidman ha solicitado oficialmente el divorcio de Keith Urban, poniendo fin a una relación que parecía haber superado todas las crisis. La noticia ha sacudido Hollywood y Nashville, no solo por el impacto emocional, sino por los detalles que han salido a la luz: una cláusula prenupcial que premia la sobriedad del cantante con 600.000 dólares por cada año sin consumir drogas ni alcohol. Urban, que lleva sin recaídas desde 2006, podría recibir más de 10 millones de dólares.
La actriz tendrá prácticamente la custodia total de sus hijas, Sunday Rose (17) y Faith Margaret (14), con un reparto de custodia que le otorga 306 días al año frente a los 59 de Keith. El acuerdo incluye normas estrictas: no hablar mal del otro progenitor, animar a las niñas a mantener vínculos con ambos y asistir a un seminario obligatorio de crianza. No habrá pensión alimenticia ni conyugal, ya que Keith habría pagado por adelantado todas sus obligaciones.
Pero lo que más ha llamado la atención son los rumores que circulan en Nashville: varias fuentes aseguran que Urban ya estaría con otra mujer, más joven y vinculada al mundo de la música. Aunque no hay confirmación oficial, el entorno de Nicole admite que la actriz está "conmocionada" por la rapidez con la que su ex habría rehecho su vida. "Está por todo Nashville", afirma una fuente cercana.
La historia de amor entre Nicole y Keith comenzó en 2005 y estuvo macada por la lucha del cantante contras las adicciones. En 2006, apenas cuatro meses después de casarse, Nicole organizó una intervención que lo llevó a rehabilitación " Ese fue el momento en el que realmente debería haberme dejado ", confesó Urban años después. "Doy gracias de que no lo hiciera". Desde entonces, ambos construyeron una vida en Nashville junto a sus hijas. Según TMZ y Page Six, el cantante estaría alquilando una casa aparte y no muestra signos de querer reconciliarse.
La separación se ha producido en medio de agendas profesionales muy exigentes. Nicole promociona su serie de Netflix The Perfect Couple, mientras Keith continúa con sus conciertos. En una entrevista reciente, ella admitía que " no existe el matrimonio perfecto ", y que cualquier relación que se presente como tal "hay que olvidarla".
Matrimonio desmoronado
Ahora, el divorcio se convierte en una trama con tintes de guion: cláusulas millonarias, custodia desequilibrada, rumores de traición y una mujer que, según fuentes, podría haber precipitado la ruptura. Nicole toma las riendas, se queda en Nashville con sus hijas, mientras él sigue su gira. Y el mundo observa cómo se desmorona una de las parejas más icónicas del showbiz.