Mónica Cruz se refugia en su hija Antonella en sus vacaciones más tristes tras la muerte de su padre

Mónica Cruz atraviesa el que probablemente es el peor momento de su vida por la muerte de su padre, Eduardo Cruz, fallecido el pasado 18 de junio a los 62 años a causa de un infarto. Aunque vivía en La Manga del Mar Menor con su segunda mujer y su cuarta hija, Eduardo y Mónica estaban muy unidos, por lo que el golpe ha sido terrible.

Ahora, está acostumbrándose poco a poco a vivir sin su padre, y para ello está contando con el apoyo de la persona más importante de su vida, su hija Antonella, que está siendo un bálsamo para la bailarina en sus momentos más tristes.

Los hermanos Cruz, muy unidos

Como publica Diez Minutos, Mónica Cruz se ha escapado a la playa con su pequeña, a la que está dedicada y de la que no se separa más que lo imprescindible. Es ella su orgullo, su razón de vivir y su principal sostén para superar el repentino fallecimiento de Eduardo Cruz.

Pero no han estado solas, ya que les ha acompañado Eduardo Cruz Sánchez, hermano pequeño de Mónica Cruz, que viajó hasta Cádiz con su hermana y su sobrina para relajarse en las playas gaditanas y apoyarse mutuamente. Sin duda, el estar unidos les hará mucho bien ahora que su padre ya no está.