Tras quedarse viuda a los 27 años y con un hijo de apenas siete meses, Isabel Pantoja inició una gran batalla por la herencia de Francisco Rivera 'Paquirri'. Años más tarde, el programa de Telecinco 'El precio de...' ha sacado a la luz todos los detalles sobre la herencia que aún se desconocían.

Según recordó Sandra Aladro, directora de Gtres, y como ya adelantó 'El País', la herencia del torero superaba los 1.000 millones de pesetas, lo que la situaba entre las ocho mayores fortunas de España en aquel momento. El testamento establecía un reparto en tres partes: para su exmujer, Carmina Ordóñez; para su esposa, Isabel Pantoja; y para la familia Paquirri.
Sin embargo, la tonadillera no se conformó con la voluntad del torero. Tal y como apuntó el periodista Antonio Rossi, Pantoja buscó forzar un acuerdo que le asegurara quedarse con Cantora, la finca familiar. La tensión fue tal que, en el momento de la firma, las tres partes se encontraban en habitaciones separadas, sin contacto entre ellas. Finalmente, Pantoja se hizo con la propiedad.
La herencia que sus hijos nunca recibieron
La voluntad de Paquirri tampoco se cumplió en lo referente a su patrimonio de América. Según comenta Aladro, el torero había dejado escrito a un amigo cercano, que al cumplir 21 años, cada uno de sus hijos recibirían una parte igualitaria de dicho patrimonio, lo cual tampoco llegó nunca a cumplirse.

El testimonio de Rossi ilustra hasta qué punto la artista tomó el control: "De cuerpo presente Paquirri, Isabel Pantoja ya se cree propietaria de todo y le entrega su reloj a su hermano, incluso alardeando de ello". Tras el reparto, la cantante habría conseguido aproximadamente la mitad de la herencia, según concluyó Sandra Aladro, y sobre todo había cumplido con su meta principal: hacerse con Cantora.