Enrique Ponce tiene que pasar más tiempo del que le gustaría lejos de Almería por sus compromisos profesionales, algo que además repercute en su relación sentimental con Ana Soria, de la que se tiene que separar durante largas temporadas. Pese a que habían comenzado a circular rumores de un posible distanciamiento en la pareja, tan solo se debe a algo circunstancias, y a juzgar por las imágenes publicadas por la revista Semana en su portada, les va muy bien juntos y sigue existiendo mucha complicidad.
Enrique Ponce y Ana Soria en la portada de SemanaAunque al principio nadie apostaba por su relación, el tiempo ha sido un claro indicador de que su unión es muy fuerte y de que su vínculo como pareja cada vez está más consolidado. A pesar de su gran diferencia de edad -26 años-, Ana Soria y Enrique Ponce parece que viven cada segundo de su noviazgo con total intensidad, irradiando felicidad en cada uno de sus encuentros.
Los dos parece que viven ajenos a las habladurías y a lo que ocurre a su alrededor, haciendo oídos sordos a sus posibles problemas en su relación debido al trabajo de Ponce, que se ha tenido que alejar a marchas forzadas de su chica, quiene está estudiando Derecho. Tras muchos meses en el foco mediático, han conseguido encontrar el equilibrio, cerraron sus redes sociales y han conseguido sentirse más unidos y fuertes que nunca.
Enrique Ponce y Ana Soria se abrazan en un barcoEnrique Ponce continúa residiendo en Almería junto a su pareja, aunque las obligaciones como padre o los negocios que posee en su finca de La Cetrina, situada en Jaén, le obligan a ausentarse más de la cuenta. la pareja intenta estar siempre en continuo contacto, y es que él está viviendo una auténtica segunda juventud.
Una nueva etapa
Más de un año y medio después de que su relación saliera a relucir, la pareja ha dejado claro que han conseguido solventar sus dudas, problemas y circunstancias adversas, sin que los rumores intercedan en sus sentimientos. La noticia del divorcio de Ponce y Paloma Cuevas fue toda una sorpresa, después de más de veinticinco años juntos, no obstante, por fin firmaron los papeles del divorcio, aunque ha quedado demostrado que sus prisas no eran para volver a pasar por el altar como se decía. .
