Emmanuel Macron ha decidido actuar. El presidente francés ha presentado una demanda por difamación contra la influencer estadounidense Candace Owens, acusándola de liderar una "campaña global de humillación" contra su esposa, Brigitte Macron. La querella, interpuesta en el Tribunal Superior de Delaware, busca proteger el honor de la primera dama, quien atraviesa un momento personal especialmente delicado tras la muerte de su hermana y su sobrina en apenas dos semanas.
Owens, conocida por sus posturas ultraconservadoras y su apoyo a Donald Trump, difundió en su pódcast Becoming Brigitte y en redes sociales una teoría conspirativa desacreditada que sostiene que Brigitte nació siendo hombre bajo el nombre de Jean-Michel Trogneux (el de su hermano mayor) y que el presidente francés sería fruto de un experimento de control mental de la CIA. Además, comercializó camisetas con el rostro de la Primera Dama y el eslogan 'hombre del año', según recoge ¡Hola!.
Tras varios intentos formales de que Owens se retractara, el matrimonio presidencial ha optado por acudir a la justicia estadounidense, algo inusual en un jefe de Estado en ejercicio. La demanda, de más de 200 páginas, reclama una indemnización económica por daños y perjuicios, una compensación punitiva y el reembolso de los costes legales. El objetivo: sentar precedente y disuadir futuras campañas de desinformación que afecten la dignidad personal.
Desde el entorno de Owens, la demanda se interpreta como un intento de silenciar a una periodista bajo la Primera Enmienda. Sin embargo, los Macron insisten en que no se trata de censura, sino de frenar una ofensiva mediática que ha cruzado todos los límites. "Cada vez que los Macron salen de su casa, lo hacen sabiendo que innumerables personas han oído, y muchos creen, estas viles invenciones", reza el escrito judicial.
Brigitte, entre el deber y el duelo
La Primera Dama francesa ha accedido a dar el paso mientras mantiene su agenda institucional a pesar del dolor por dos pérdidas familiares. A principios de julio de 2025, falleció su hermana Anne-Marie Trogneux a los 92 años, y pocos días después, su sobrina Christine Hacquin murió a los 68 tras una larga enfermedad. La demanda presentada por el presidente busca también blindar su intimidad en un momento de vulnerabilidad emocional.