Siete años después de convertirse en primera dama, Brigitte Macron afronta uno de los veranos más duros de su vida. A comienzos de julio, falleció su hermana mayor, Anne-Marie, a los 92 años, y apenas dos semanas después, su sobrina Christine Hacquin murió a los 68, víctima de una larga enfermedad. La doble pérdida ha dejado a la esposa del Presidente francés visiblemente afectada, aunque ha mantenido sus compromisos institucionales con entereza.
La primera tragedia ocurrió el 3 de julio, cuando Brigitte viajó a Amiens para despedirse de su hermana en una ceremonia religiosa celebrada en la iglesia de Saint-Martin, en el distrito de Henriville. El entierro tuvo lugar en el antiguo cementerio de Saint-Acheul, donde descansan otros miembros de la familia Trogneux. A pesar del dolor, la primera dama asistió al desfile del Día de la Bastilla el 14 de julio y al funeral del presentador Thierry Ardisson, donde se la vio visiblemente afectada.
El segundo golpe llegó el 19 de julio, cuando falleció Christine Hacquin, hija de Anne-Marie y sobrina directa de Brigitte. Según ha informado el portal Gala, la primera dama estuvo junto a ella durante sus últimos días y se despidió en privado. Christine residía en París y llevaba tiempo recibiendo tratamiento médico. La pérdida ha sido especialmente dura para Brigitte, que ya ha vivido otras tragedias familiares : en 1961 perdió a su hermana Maryvonne en un accidente de coche, y en 2018 falleció su hermano Jean-Claude a los 85 años.
Durante la visita de Estado al Reino Unido, celebrada entre el 8 y el 10 de julio de 2025, algunos medios británicos como Daily Mail comentaron la actitud distante de Brigitte Macron, describiéndola como "fría" y "reservada". Estas observaciones cobraron sentido al conocerse el contexto personal que atravesaba. La pareja presidencial fue recibida por los Príncipes de Gales y participó en una cena de gala junto a los Reyes Carlos III y Camila, en un viaje marcado por la discreción y el duelo.
Entre el deber y el duelo
La familia Trogneux, de tradición pastelera en Amiens, ha sido siempre un pilar emocional para Brigitte Macron. A pesar de las pérdidas, la primera dama ha seguido cumpliendo con su agenda oficial. Fuentes cercanas al Elíseo aseguran que Brigitte está "muy afectada" y que ha decidido reducir sus compromisos en las próximas semanas para centrarse en su familia y en el descanso. La prensa francesa ha respetado su privacidad, evitando el sensacionalismo y permitiendo que la primera dama afronte su duelo lejos del foco mediático.