La que fuera tronista de 'Mujeres y hombres y viceversa' comenzaba confesando que ha pasado muy mal el confinamiento: "Ya no sé ni quién soy. Soy una persona súper nerviosa y me he dado cuenta de que no sé entretenerme, si no estoy trabajando no me siento realizada". Eso sí, también ha confesado que es una persona "solitaria" a la que le gusta "estar sola". Eso sí, también le ha servido para encontrar la estabilidad completa con su novio Pablo. En su momento tuvieron alguna que otra discusión, pero Steisy asegura que no han discutido ni una sola vez durante todo el confinamiento y tras levantarse las restricciones de movilidad con el final del estado de alarma: "No discutimos para nada".
Pero de lo que había ido a hablar era de su peso, algo que le agobia "un poco. Es un amor-odio lo que tengo con el peso". Asegura que comer le hace feliz y que es una persona que come mucho, pero eso le ha llevado también ha engordar en el último años 15 o 17 kilos. Durante el confinamiento trató de perder algo de peso, pero al final no tuvo esa fuerza de voluntad para seguir una dieta: "Me he relajado con el confinamiento, he tenido una vida muy sedentario, me he relajado al echarme novio también,... haces dieta, haces una rutia pero si tu pareja no te acompañada al final no vas a estar comiendo brócoli y él a tu lado una hamburguesa porque al final te la comes. El problema lo tengo yo que perdí la dieta, la fuerza de voluntad es lo que peor se lleva".
Steisy: "Tengo una talla 40 y me gustaría tener la 36 o la 38"
Eso sí, no lo sabe puesto que "no me suelo pesar mucho". En ese momento ha querido contar que "de pequeña tuve un problema y no me volví a pesar en una báscula más, solo por cosas médicas. Las tengo prohibidas". Steisy se ha abierto y ha relatado que tuvo "anorexia": "Tenía 18 años. Hice mucho sufrir a mi madre y dijo no lo voy a volver a hacer y no me volví a pesar más. Era, o paraba o caía en picado. Y no me volví a pesar. Fue una situación muy extraña porque no tuve anorexia porque me veía gorda. Cuando salí del maltrato me pasó una cosa en la cabeza. Además de que empecé en el mundo de la noche y te comparas con las niñas y la que tiene mejor cuerpazo trabaja más, había salido de un maltrato que era incapaz de tomar una decisión por mí misma, la manera de sentirme poderosa y controlar mi cuerpo fue no comer. Me sentía poderosa y autoritaria porque controlaba mi cuerpo. En cuestión de seis u ocho meses fue una burrada lo que adelgacé y terminé desmayándome, he tenido dos o tres sustos.. y la última vez que me pesé por mí misma ponía 42 kilos, y no me volví a pesar más".