El presentador pudo hablar de su hermana y de lo que significaba para él la muerte antes de enfrentarse a la pérdida de Rosa María Sardá.
Javier Sardá acudió al programa de La sexta 'palo y Astilla' presentado por Mamen Mendizábal, poco antes del fallecimiento de su hermana, Rosa María Sardá, que murió en junio de 2020 tras una larga lucha contra el cáncer cuando tenía 78 años.
Pese a que el presentador comenzaba la entrevista dejando claro que no quería hablar de temas personales, al final se sinceró, no obstante, cabe señalar que el programa fue grabado poco antes de la muerte de su hermana, y como ella aparece en esta entrega, sin saberlo e convirtió en su última aparición televisiva. "No esperaba grandes cosas de la vida y de mayor no me ha quedado más remedio que hacer cosas, necesitábamos un sueldo en casa", le decía Rosa María Sardá a la presentadora. Y esta no es la única parte a resaltar del programa, puesto que el presentador hizo una reflexión sobre la muerte, hablando de la sensación de pérdida que sintió cuando sus padres murieron.
"Hay muertes que generan sensación de orfandad; de amigos, de personas muy queridas que cuando desaparecen tienes exactamente la misma sensación. Y nos quedamos bastante huérfanos a lo largo de la vida. Cuantos más años tengas peor, cuantos más años han convivido con ellos, más triste debe de ser perderlos", decía sobre lo que es para él la muerte.Su hermana ha sido su guía
Y sobre su hermana dejó unas palabras preciosas: "Conocer a tu hermana y verla en el escenario son dos realidades distintas. Yo no hubiese podido hacer nada de lo que he hecho si no hubiese tenido el aprendizaje de ver cómo los profesionales de esto trabajaban, fue una lección de profesionalidad". Por otro lado, en esta entrevista contó lo importante que era su hermana en la familia, siendo en cierto modo el eje o sustento: "Rosa María nos coge de la mano a nosotros y nosotros la acompañamos con nuestras manos, estamos muy cerca. Suerte que he tenido hermanos, es una gran suerte".