"El que yo tengo, sobre todo, da la cara cuando tienes síntomas. Produce anemia. Es como si tuvieras los glóbulos rojos muy chiquititos, más de lo habitual, y cuesta que el oxígeno se vaya transportando. Es una enfermedad congénita, se supone que lo tienes desde que naces. A mí no me había dado síntomas hasta ahora. Yo además soy muy creyente de pensar que cuando uno tiene problemas de estrés, ansiedad y demás, afloran enfermedades que a lo mejor tenías", relataba.
"Yo empecé con un cansancio extremo, tenía mareos, sobre todo muchísimo cansancio, taquicardias... Empecé hace un año, me hicieron un examen rutinario y vieron que tenía algunas complicaciones en la sangre. Descartaron cosas más serias y en junio me dijeron que tenía eso pero que podía hacer una vida normal, deporte, que me tenía que suplementar con hierro y que si iba a más tendrían que hacerme alguna transfusión de vez en cuando", contaba sobre su enfermedad.
Una ruptura complicada
Ania Iglesias ha dado algún detalle: "A mí me llama una persona. Yo ya estaba con la mosca detrás de la oreja y me llama una chica y me dice que tire del hilo porque a ella le estaba un poco... Empecé a tirar del hilo y cuando tiro y empiezo a ver el hilo se convierte en un madejón. Yo no volvería con él porque el que nace lechón muere cochino". Tras esto contaba la única alegría de estos momentos que es una obra de teatro en la que va a trabajar que se llama 'Divorcio a la española' y que se estrena en Valladolid.