Anita vivió uno de los momentos más duros y emotivos de 'Supervivientes'. A cambio de poder ver a su hijo por videollamada, aceptó someterse a un corte de pelo que terminó siendo más radical de lo que imaginaba. En unas imágenes que no se habían visto antes, se la ve completamente descolocada, triste, sin haber podido todavía mirarse en un espejo, ya que los concursantes solo lo hacen cuando acaban su aventura.

Al principio, cuando solo le habían hecho el primer corte, Anita ya rompió a llorar. Ver su pelo caer fue un golpe inesperado. Sus compañeros, Borja y Montoya, intentaban animarla diciéndole que estaba " más guapa que antes ", pero ella no terminaba de creérselo. Estaba en shock, como si no pudiera asimilar lo que acababa de hacer.
Pero lo más duro vino después. Se atrevió a cortarse 25 centímetros de pelo entre gritos, lágrimas y una mezcla de valentía y tristeza. Todo lo hacía por su hijo. Esa motivación era la única fuerza que la empujaba a seguir adelante en medio del bajón. Recibió su recompensa de una gran lasaña, pero ni siquiera eso logró consolarla del todo. Aun así, intentó disfrutarla mientras Montoya no se separaba de ella, intentando tranquilizarla.

Damián también pasó por lo suyo. Se rapó completamente la cabeza sin pensárselo demasiado para así conseguir a cambio su ansiado premio. Luego, al igual que Anita, el superviviente no podía creerse lo que había hecho, pero los compañeros se apoyaron entre ellos para que ninguno se viniera abajo del todo.
Anita no supera su nuevo look
Esa noche, cuando ya había pasado todo, Anita seguía afectada. Hablando con Montoya, le soltó con sinceridad: " No me engañes, no me mientas ", cuando él intentaba restarle importancia al cambio. Lo que más le dolía era pensar en su hijo, en cómo la vería. "Madre de Dios, es que no me va ni a reconocer", dijo entre lágrimas.