El duro golpe tuvo lugar hace veinte años y el presentador todavía lo recuerda. Iker Jiménez cuenta en plató que por aquel entonces, a finales de la década de los 90 y a principios de los 2000 no solo gozaba de éxito profesional, también tenía un envidiable estatus social, siendo una figura muy valorada en el ámbito del misterio a sus 26 años. El presentador habla de aquel momento como uno de los más maravillosos de su vida ya que consiguió cumplir su sueño a una edad muy temprana y estuvo viviendo de ello.
Sin embargo, y así lo cuenta Jiménez, toda esa bonanza acabó de la noche a la mañana de manera repentina: "De un plumazo, de la noche a la mañana, perdí todo eso, o de alguna manera decidí perderlo. Me fui o me dijeron que me fuera", haciendo alusión al abandono de todo ese buen momento, que justifica, estaba marcado por el destino para poder llegar hasta donde está ahora.
La importancia del aprendizaje
Dos décadas de este tortuoso momento, Iker Jiménez hace una importante reflexión para todo aquel que pasa por un momento como el que él sufrió: "Estamos acostumbrados a una sociedad en la que cuando pierdes el estatus, en vez de considerarse que es muy importante el aprendizaje para regresar o para levantarse, como que se demoniza a las personas con pensamientos como ese, como ese ha fracasado, ese ha tenido menos ventas o ese ha metido menos goles. Lo importante es el valor de eso que puede ocurrirte y volver a caminar", incitando así a que la gente no se de por vencida.