La última gala de 'Supervivientes: Tierra de Nadie' dejó uno de los momentos más emotivos de la edición. Borja González, quien se encontraba muy afectado por el aislamiento y la distancia con sus seres queridos, protagonizó un emocionante reencuentro con su pareja, Ana Solma. Una noche en la que pudo ver también imágenes de su hijo y para más alegría, salvarse de la expulsión.

Todo comenzó con una prueba en solitario que Borja completó, lo que le dio acceso a una tablet con fotos y vídeos de su hijo, Luca. "¡Está enorme! No me lo puedo creer, es el mejor regalo que me podéis dar", dijo entre lágrimas al ver por primera vez los avances de su pequeño. "Parece que han pasado tres años", añadía. Pero la mayor sorpresa llegaría justo después. Ana apareció inesperadamente por detrás tras la proyección de una de las imágenes. Entonces Borja corrió hacia ella para abrazarla y besarla sin parar, cayendo juntos sobre la arena. "¿Pensabas que no iba a venir?", le preguntó Ana entre risas y lágrimas. "¡Todo está bien en casa, el trabajo, todo, te lo juro!", añadió para calmarlo. "No me vuelvo a separar en la vida", decía Borja emocionado.
Ambos compartieron una conversación en la que él le confesó su mayor preocupación: estar perdiéndose los primeros momentos del crecimiento de su hijo. "No me puedo separar más de Luca, lo que me estoy perdiendo", expresó angustiado. Ana lo tranquilizó: " Lo tengo todo grabado. Al principio te lo mandaba, pero ya no. Ya lo verás todo cuando vuelvas ", le decía en las imágenes inéditas que se han podido ver en el última hora.

"Te he visto pasarlo mal", le decía Ana a Borja sobre el comienzo de su concurso. "Cuando llevábamos ocho días decía 'pero cómo me voy a quedar tres meses más. Es imposible'", confesaba el concursante. "Te veía que tu mirada, sin ningún tipo del humor que tú tienes...", le decía y él lo afirmaba: "Me notaba que no era yo, que no era mi sitio. Ahora me llevo bien con todos", decía Borja.
Doble alegría para Borja
Esa misma noche, Borja también se salvó de la expulsión, lo que añadió una dosis extra de emoción a su experiencia. " He llorado más aquí que en toda mi vida ", confesó con sinceridad al valorar todo lo vivido. La combinación del reencuentro con Ana, las imágenes de su hijo y la noticia de su continuidad en el concurso le regalaron una noche mágica, cargada de sentimientos y recuerdos que, sin duda, marcarán su paso por el reality. Además, también tuvo la oportunidad de comer macarrones acompañado por su novia y disfrutó al máximo esta experiencia.