Durante el último programa de 'Supervivientes', Carmen Alcayde les hizo a Montoya y Anita el "cuestionario del amor". Lejos de esquivar las preguntas, ambos se abrieron por completo, dejando claro que están viviendo un momento muy especial dentro del concurso. Las risas, las confesiones y, finalmente, un beso lleno de complicidad dejó claro el momento en el que se encuentran ambos.

Todo comenzó con una pregunta que tocó fibras sensibles: su primer amor. Montoya confesó que no había sentido lo que es el amor de verdad hasta ahora: "Por muy triste que suene, lo que es sentir el amor lo he sentido ahora con 31 años. Es la primera vez que he pensado en Anita y que me he enamorado", dijo. Anita también se sinceró: "Creo que más que amor era dependencia. Mi primer amor para mí también ha sido él. Porque he descubierto lo que es el amor de verdad. Es decir, ver a una persona y decir: 'Coño, es que me quiero morir contigo'".
Cuando Carmen sacó el tema de la infidelidad, el tono cambió. Anita recordó su paso por 'La Isla de las Tentaciones' y el momento en el que cayó en la tentación con Manuel. Montoya, por su parte, se definió como un "guarromántico" y explicó que nunca había sentido que pertenecía a alguien ni que alguien le perteneciera: "Si tú no te enamoras, no sientes que esa persona sea tuya, ni tú de ella", reflexionó, quitándole hierro al asunto.

La siguiente pregunta despertó ilusión: " ¿Cómo sería tu pedida de mano ideal? ". Anita lo tuvo claro: "En Cayo Paloma", haciendo referencia al lugar donde se conocieron. Montoya, en cambio, apostó por una pedida en un lugar común, inesperado: "En una boca de metro o un autobús con todo el mundo", dijo riendo.
La pregunta final
Pero el broche final llegó con la gran pregunta: "¿Tendrían hijos juntos?". Anita respondió sin pestañear: "Sí". Montoya, algo más prudente, se sinceró también: "En las condiciones que yo estaba sí. Ahora es más difícil, pero no me importaría. Si vuelvo a contactar con alguien como con Anita, o con Anita, sí los tendría encantado". Y tras esta frase, el andaluz y la catalana terminaron con un beso.