EN PIE DE GUERRA

La espartana Gema Gil se desnuda en la portada de Interviú

La espartana no quiere que la historia de los trabajadores despedidos de Coca-Cola caiga en el olvido.

Bekia 05 Junio 2017 en Bekia

Si hace unas semanas una estibadora se desnudaba para reivindicar sus derechos, esta semana la revista Interviú lleva a su portada a Gema Gil, la mujer de un trabajador de Coca-Cola despedido de la planta de la marca en Fuenlabrada, Madrid.

Ella es una de las espartanas, un grupo de mujeres que se unió en el año 2014 tras anunciar la marca de refrescos un ERE para dicha planta. Todas se unieron y se lanzaron a la calle para luchar por los derechos de sus maridos, hijos, padres, etc.

"Nos concentrábamos delante de los hoteles donde se negociaba el ERE para que al salir nos miraran a los ojos y vieran a las personas que iban a echar, a sus familias e hijos a los que condenaban a la exclusión social. Y lo conseguimos, la empresa anunció bajas voluntarias y ningún despido", comienza relatando Gema Gil.

No obstante, los trabajadores que no se acogieron a esas bajas voluntarias fueron despedidos de forma ilegal según una sentencia de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, que obligó a la multinacional a readmitirlos: "La empresa ha hecho de todo para no cumplir la sentencia. Hoy resisten 180 trabajadores en un centro logístico fantasma, con formas de trabajar rudimentarias y precarias, como de hace 40 años, les han modificado sus condiciones laborales, no les pagan lo que deberían... Mi marido es químico, trabajaba en el laboratorio y ahora le tienen de jardinero, no hace nada. Sufren mobbing colectivo, una presión brutal, no tienen trato digno,... pero resisten".

Las espartanas no quieren caer en el olvido

Esa situación les llevó a unirse y convertirse en las espartanas para luchar con uñas y dientes por sus familiares. Así lo hicieron durante la final de la Champions entre Real Madrid y Atlético de Madrid o en un partido de Rafa Nadal -el tenista lo tuvo que parar al escuchar los gritos del exterior-: "No es una cuestión de dinero, es por dignidad y por el futuro. Nadie debe permitir este trato de multinacionales con tantos beneficios". Y ahora que sienten que ya no tienen tanta fuerza ha decidido desnudarse para seguir gritando por los derechos de su marido y del resto de sus compañeros: "¿Qué es enseñar un pecho cuando nos están robando nuestros derechos? Hemos pasado tanto en estos tres años que haría lo que fuese para que se nos escuchara. Y sólo interviú nos ha dado la oportunidad".