Gabriel Pérez Escalante, es el futbolista que murió a causa de una negligencia médica cometida en el hospital de Igualada. Sin duda el verano de 2016 era uno de los veranos más importantes de su vida pues había conseguido un contrato futbolístico con el equipo Unió Esportiva Avià, había cumplido uno de sus objetivos, uno de sus grandes sueños que ya no se cumplirá.
El primer día que debería de haber comenzado a entrenar con ellos se encontraba indispuesto, y es cuando decidió ir a dicho hospital donde le dijeron que tenía una simple gastroenteritis en vista que no mejoraba, volvieron a acudir y le dejaron en observación y al día siguiente le hicieron un TAC que reveló que tenía el abdomen inflamado, pero cuando decidieron operarle ya era tarde, ya que se le había perforado el abdomen provocándole una peritonitis.
Tras dos operaciones y varias transfusiones de sangre, los órganos de Gabriel Pérez comenzaron a fallar y fue cuando en el hospital de Igualada les comunicaron a sus familiares que el muchacho necesitaba una máquina para respirar, pero que al no tenerla en ese centro sanitario tendrían que trasladarse al Clínico de Barcelona, pero cuando llegaron a este ya era tarde y el 22 de agosto fallecía.
El caso de Trini
Pero, además del caso del joven Gabriel Pérez también existen otros más como el de Trini, la cual ha escrito en Facebook del padre de Gabriel Pérez para hacerle saber que ella misma vivió por una situación similar a la de su hijo en el mismo hospital.
Trini ha comenzado contando su relato, una historia que ocurrió hace cuatro años y que es muy parecida a la de Gabriel. Trini acudió al hospital de Igualada con un fuerte dolor y tras diagnosticarla gastroenteritis le mandaron a casa, pero tuvo que acudir tres veces más: "En cinco días fui tres veces a urgencias con el mismo diagnóstico de gastroenteritis".
Hospital de IgualadaPosteriormente, la vieron que tenía líquido en el abdomen, y es cuando se dignaron a hacerla el TAC, en el cual vieron que: "existía un 'vólvulo' en el intestino delgado" y con este diagnostico la tuvieron que operar de urgencias.
Gracias a Dios sobrevivió, pero tal y como ella misma le cuenta al padre de Gabriel Pérez: " Te cuento esto porque desde hace cuatro años he estado muda pero con un peso muy grande dentro de mí que hasta me hace daño cada día ", y también ha querido mostrarle su apoyo: "Luis, estoy a tu lado. Si tienes alguna duda o necesitas más información, sabes que aquí estoy. Yo rompo el silencio por tu hijo Gabriel".
