La Audiencia Nacional ha confirmado la condena a Luis Rubiales por el beso no consentido que dio a la futbolista Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de 2023. El tribunal mantiene la multa de 10.800 euros por un delito de agresión sexual y le prohíbe acercarse a la jugadora durante un año. Además, tendrá que indemnizarla con 3.000 euros por los daños morales causados. "Lo que se estaba celebrando era una victoria deportiva que no debió empañarse por un acontecimiento puntual", señala la sentencia.
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Luis Rubiales en una acto de la UEFAEl tribunal también ha confirmado que Rubiales no será condenado por presiones. Los jueces rechazan todos los recursos presentados, tanto por la defensa de Rubiales como por la Fiscalía y las acusaciones. Sobre la alegación de Rubiales de que el beso fue fruto de la euforia, los magistrados son claros: " No es necesario que haya intención sexual, basta con que el acto se haga sin consentimiento ".
La sentencia destaca que Rubiales no besó a ninguna otra jugadora ni persona del palco, lo que deja claro que el gesto hacia Hermoso no fue algo habitual ni inocente: "No consta que se saludaran así en otras ocasiones", apuntan los jueces. También subrayan que, aunque Rubiales dijera haberle pedido permiso antes del beso, "ni tan solo esperó respuesta".
El Rey Felipe VI y la Infanta Sofía ante la Copa del Rey 2023Desde el primer momento, Hermoso expresó su incomodidad por lo ocurrido, y sus compañeras también lo denunciaron públicamente. A pesar de que al principio ella intentó quitarle importancia, el tribunal recuerda que eso no resta valor a su testimonio ni cambia lo que pasó. " No hay un derecho a besar ni la servidumbre de ser besado sin consentimiento ", señalan los magistrados.
Rubiales no se quedará callado
La defensa de Rubiales, por su parte, ya ha anunciado que llevará el caso al Tribunal Supremo. Según su abogada, Olga Tubau, " no compartimos la interpretación de la Audiencia y creemos que no hubo intención sexual ". Aun así, el tribunal ha sido tajante: lo que ocurrió no fue un gesto inocente, y tenía consecuencias.
