La Lotería de Navidad 2014 ya tiene anunio y eslogan: 'El mayor premio es compartirlo'

"La suerte está echada". Una expresión que, año tras año, se repite entre todos aquellos que se arriesgan y confían en la tan deseada Lotería de Navidad. Un cupón cargado de ilusión y esperanza que puede llegar a solucionar la vida a más de uno. Por ello, interminables colas en las administraciones de todo el Estado se convierten en protagonistas de estas fechas tan señaladas, como ocurre en el famoso local de Doña Manolita, ubicado en una de las calles más céntricas de Madrid.

Y este año 2014 con una razón de más. La presidenta de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Inmaculada Martínez, ha hecho público, durante el acto de presentación del Sorteo Extraordinario de Navidad, que los premios podrán cobrarse pocas horas después de que los niños del Colegio de San Ildefonso de Madrid canten los números premiados. Una noticia que ha alegrado a muchos, pues se trata de unas fechas con innumerables gastos que pueden ser respaldados en caso de que el dinero caiga en casa.

Será a partir de las 18:00 horas del 22 de diciembre cuando todos aquellos afortunados puedan cumplir ese sueño tan esperado ."Estamos en disposición de pagar los premios a partir de esa hora de la tarde. Cuanto antes, mejor; además es un lunes, es campaña de Navidad y en esa época tenemos muchos gastos todos ", ha explicado en dicho acto Martínez. Un sorteo que repartirá 2.240 millones de euros en más de 24 millones de premios.

"El mayor premio es compartirlo"

Esta grata noticia viene acompañada del habitual anuncio de Navidad, una de las campañas más esperadas del año. Esta vez, " el mayor premio es compartirlo " es el título que los creativos de la agencia Leo Burnett han escogido para esta conmovedera historia. Un relato que transcurre en ' El bar de Antonio ' y donde los sentimientos por conseguir el premio más preciado se funden con el valor de la amistad.

" El valor que queríamos reflejar con esta campaña era el de compartir ", anunciaba Inmaculada Martínez en el acto de presentación. Una bonita historia en la que Manu, un vecino del barrio, baja entristecido al bar de siempre a festejar que a todos les ha tocado la lotería, salvo a él. Un año en el que decidió no comprar ningún décimo y que para sorpresa suya Antonio, el dueño del establecimiento, le había reservado uno de los cupones. Dos minutos y medio de conmoción y ternura que hacen que el espectador se sienta en la piel del protagonista.