Todo comenzó cuando sonaron los primeros acordes de la canción 'Auld Lang Syne'. La farsa que estaba realizando Mariah Carey tan solo duró 40 segundos. Todo el público que se encontraba en el evento pudo observar como la artista no enlazaba la música que sonaba con el movimiento de sus labios. El playback que estaba realizando era más que evidente pero se acabó de confirmar cuando la intérprete intentó cantar su exitoso single 'Emotions'. Mariah Carey ni se molestó en fingir que la voz que estaba sonando era la suya en directo. La cantante se mosqueó, decidió no cantar y tan solo limitarse a realizar una especie de baile con sus bailarines. La artista se negó a intentar recuperar el hilo de la música y comenzó a decir: "Son cosas que pasan". Además se dirigió al público para que al menos fuesen ellos los que cantasen mientras les explicaba que era incapaz de escuchar la música. La cantante de 47 años se hacía viral por su desastrosa actuación.
Después de este horroroso concierto, su equipo y los productores encargados de que el evento de Nochevieja saliese a la luz comenzaron un intercambio de acusaciones echándose la culpa los unos a los otros. Los trabajadores de Mariah Carey afirmaban que todo lo que sucedió fue una estrategia de la cadena de televisión para ganar audiencia, hasta tal punto llegaron las cosas que los directores y productores de la Nochevieja en Times Square se plantearon en denunciar a la artista.
Su inesperado retiro de la música
No solo es ella la que se siente ultrajada y vapuleada, todo su equipo siente que los productores y los directores del multitudinario evento se rieron de ellos. Además, su exmarido el productor musical Tommy Mottola también ha saltado a la palestra para defender a la artista. "Mariah Carey es posiblemente la voz del pop más grande de las tres últimas décadas. Es un tesoro no solo como cantante sino como compositora. Además, es un icono global. ¡Lo que sucedió en Nochevieja le podría haber sucedido a todo el mundo!", afirmaba el productor.