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5 años sin Donna Summer, la reina de la música disco

La que fuera el gran icono de la música disco fallecía hace cinco años por culpa de un cáncer de pulmón. A día de hoy su recuerdo sigue presente y su música más viva que nunca.

María Pérez García 17 Mayo 2017 en Bekia

Donna Summer fallecía hace cinco años a causa de un cáncer de pulmón. Fue una lucha en silencio la que mantuvo contra la enfermedad, que finalmente se la llevaba sin dejarle cumplir su último sueño, acabar su álbum definitivo. Aunque esto se quedara en el tintero, la vida de la diva está repleta de otros éxitos, como el honor de ser la primera artista en alcanzar el número uno en las listas de éxitos tres veces consecutivas. Sin duda, la gran voz de Donna hacía posible que cada vez que la escuchabas se viviera algo mágico.

LaDonna Adrian Gaines nació en un suburbio de Boston, durante la nochevieja de 1948, en el seno de una familia cristiana. Al igual que otros artistas, descubrió en la oración dominical que tenía talento para la música, por lo que fundó junto a su tía y su prima un grupo que imitaba a las Supremes.

La vida en Europa y la famosa canción 'orgásmica'

Lo que se inició como un simple juego terminó por convertirse en una profesión de verdad, y a finales de los 60 Summer se unía a una banda psicodélica de Nueva York, dejando atrás a su familia y a su Bostón natal. La banda no tenía mucho futuro, pero sirvió para que la cantante lograra ese punto de picardía y experiencia necesario para la profesión. Allí, en Manhattan, se apuntó a varios castings de musicales y finalmente tenía su primera oportunidad con "Hair", con el que adquiría cierto prestigio. Durante la gira Europea de dicho musical, la artista quedó prendada de Alemania, y decidió instalarse en Múnich, donde aprendió alemán a la perfección. Así mismo, interpretó en el país papeles importantes en operetas y musicales.

Durante su estancia en Europa interpretó la polémica canción 'Love to Love You Baby', una melodía basada en los gemidos de un orgasmo. Alrededor de esta nació la leyenda de que para interpretarla la artista se había masturbado en el estudio, y que los orgasmos que sonaban eran reales. La revista Time, junto a otros medios, llegaron a contabilizar 23 orgasmos en la producción. Esto situó a la diva en una extraña polémica, y ante las preguntas de la prensa sobre si se había tocado o no, Donna respondía: "Sí, una pierna".

Durante todos estos años, Donna aún seguía llevando su nombre real, LaDonna, pero esto cambió al casarse con el actor austriaco Helmuth Sommer, en 1972. El matrimonio no fue muy fructífero, ya que al poco se divorció de este para iniciar una relación con el artista alemán Peter Mühldorfer, con el que regresó a América, más concretamente a Los ángeles. La pareja tampoco tuvo éxito, pero esta vez no fue cupido quien se interpuso entre ambos, sino la pasión de Mühldorfer por la violencia y el alcohol.

Ha nacido una estrella, Donna Summer

De esta relación renacía una LaDonna reforzada, fuerte, y aparecía por fin Donna Summer. En 1977 grababa la canción ' I feel Love', una melodía basada en el empleo de una única voz sobre una base repetitiva de sintetizadores. El uso de esta técnica fue toda una revolución, y abrió el camino que seguirían todos los productores musicales. Estallaba el boom de la música disco.

Su primer éxito llegó con el disco 'Bad girls', donde dedicaba una canción homónima a las prostitutas. Este sigue siendo a día de hoy el disco más vendido de su carrera, con dos millones de ejemplares vendidos en Estados Unidos y cuatro millones en todo el mundo.

Más tarde llegarón exitos como 'Last Dance', que relanzaron su carrera hasta el punto de hacerse con cinco premios Grammy y con el honor de ser la primera artista en alcanzar el número uno tres veces veces consecutivas. A sus espaldas acumula doce giras y una veintena de discos.

Rozando el borde del abismo

Aunque su vida profesional se llenaba de éxito, su vida personal nadaba entre continuos altibajos. Altibajos que la arrastraron hasta el intento del suicidio en varias ocasiones. A raíz de este problema, la diva se enganchó a los antidepresivos y a los ansiolíticos, adicción que duró varios años.

Sin embargo logró salir de este pozo gracias a su conversión en una cristina devota. La fe logró sacarla de la depresión, pero estuvo a punto de terminar con su imagen pública. Según la revista Advocate, la artista habría dedicado unas duras palabras contra la comunidad homosexual, afirmando que el sida era un castigo divino por su desviación. La comunidad gay, de la que Summer había sido abanderada, lanzó una dura campaña en su contra y comenzaron a devolver masivamente sus álbunes. La cantante negó rotundamente esas palabras y aclaró que esa no era en absoluto su posición sobre la comunidad homosexual, incluso llegó a demandar a la revista New Yorw por volver a sacar el tema a coalición.

Finalmente lograba encontrar la paz en su vida sentimental. Lo hizo de la mano de su marido, Bruce Sudano, integrante del grupo Brooklyn Dreams, con quien había colaborado en alguna ocasión. Desde 1978 Sudano se mantuvo fiel a su lado, ayudándola en sus horas bajas y compartiendo las mas altas. Así mismo, tuvo dos hijas junto a él, Brooklyn y Amanda, que completaban la familia junto con Mimi, la hija que tuvo con Sommer.

El último bache con el que se tuvo que enfrentar llegó a raíz de los atentados del 11S. Las experiencias de ese día sumieron de nuevo a la artista en una depresión, de la que afortunadamente se volvió a recuperar. Después de eso llegó el cáncer. Ambas experiencias dejaron estragos en la salud de la diva, la cual tenía cada vez más problemas para subirse a los escenarios, pero hubo algo con lo que no pudieron acabar, con su imponente, prodigiosa y solemne voz.

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