Desde que Boris Becker y su mujer Lilly Kerssenberg pusieron fin a su matrimonio el pasado mes de mayo, las disputas entre ellos no han cesado. Durante todo el mes de julio ha tenido que intervenir la policía entre ellos para calmar la situación tan tensa y crítica que están viviendo.
La primera vez que la policía tuvo que interceder entre ambos fue el el 11 de julio y, solo 20 días más tarde, el día 31, tuvieron que volver a la casa del extenista para mediar entre la modelo y él. Ella llamó a los agentes de forma desconsolada llorando para que intercedieran en el asunto.
Lilly kerssenberg escoltada por la policíaNo se sabe nada más desde lo ocurrido, pero parece ser que aún habiendo intervenido la policía, Lilly Kerssenberg no pudo entrar a la casa de Becker para recoger todas sus pertenencias, ya que el tres veces ganador del torneo de Wimbledon se lo prohibió de todas las maneras posibles.
Trágica separación
La pareja, que llevaba más de 13 años juntos y tienen un hijo en común, pactaron en un primer momento una separación de mutuo acuerdo y amigable. Durante sus 9 años matrimonio tuvieron muchas idas y venidas y, añadiendo la crítica situación de bancarrota de Becker, los problemas solo aumentaron y la situación se volvió insostenible. Es el segundo fracaso matrimonial del tenista, que se divorció de la diseñadora Barbara Becker, con la que tuvo dos hijos. Este matrimonio estuvo marcado por las infidelidades del alemán, un de las cuales le salió cara. La modelo Angela Ermakova le practicó una felación, guardó el semen en su boca y lo escupió a un recipiente que fue llevado a un ginecólogo. El semen se inyectó en Ermakova, que se quedó embarazada y dio a luz a una niña llamada Anna.
