Tatiana Blatnik: "Separarse con respeto es posible, incluso después de un matrimonio de 22 años"

Tatiana Blatnik, conocida por su discreción y elegancia, ha vivido uno de los años más intensos y transformadores de su vida. Tras 22 años de relación y 14 de matrimonio con el Príncipe Nicolás de Grecia, la pareja decidió poner fin a su unión y ahora ha hablado largo y tendido sobre el asunto para Vanity Fair. "Terminar un matrimonio largo nunca es fácil, pero es posible separarse con amor y dignidad si se prioriza el respeto mutuo", confiesa. La empresaria insiste en que la ruptura fue una evolución hacia una nueva etapa, marcada por el cariño y el agradecimiento hacia quienes compartieron su vida. "Estar casada con Nicolás ha sido un privilegio, y siempre le tendré un profundo respeto. Nuestra historia ha marcado una etapa muy importante de mi vida", afirma.

Nicolás y Tatiana de Grecia en el almuerzo posterior a la boda de Felipe de Grecia y Nina Flohr

Tatiana reconoce que el proceso de sanación tras el divorcio no ha sido lineal ni sencillo. " Fue un año muy duro, lleno de incertidumbre y de noches sin dormir, pero también de descubrimientos", confiesa. En medio del dolor, Tatiana encontró la oportunidad de crecer y de redefinir su propósito vital. "A veces, no ves las cosas claras antes de saltar, sino después", reflexiona. La palabra que mejor define este periodo, según ella, es confianza: en sí misma, en el futuro y en la capacidad de reinventarse.

A pesar de la ruptura, Tatiana eligió permanecer en Grecia, el país que la vio convertirse en adulta y donde ha encontrado un verdadero sentido de pertenencia. " Grecia es mi hogar, nunca había vivido tanto tiempo en un mismo lugar", asegura. "Quedarme no era el camino sencillo, pero lo fácil no es lo mío", reconoce. Su amor por la cultura, la historia y la gente griega se ha intensificado, y hoy se siente profundamente arraigada a este país que conoció gracias a su exmarido. " Sin Nicolás, no viviría en Grecia ", admite, agradecida.

Compromiso social y resiliencia

Tatiana ha canalizado su energía en proyectos sociales y de bienestar. La fundación de su ONG Breathe, en plena pandemia, y su trabajo con atletas olímpicos en campañas de salud mental, reflejan su compromiso con la superación personal. "Me siento profundamente comprometida con convertir Grecia en un referente mundial en bienestar integral, no solo en salud mental", afirma. Además, está preparando el lanzamiento de un pódcast donde compartirá su historia. Su experiencia personal, marcada también por la trágica pérdida de su hermano y el duelo por la muerte de su padre, la ha sensibilizado especialmente con los temas de salud mental y prevención del suicidio.

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Nacida en Venezuela, de madre alemana y padre esloveno, criada en Suiza y formada en Estados Unidos, hoy celebra la riqueza de sus múltiples raíces. " Ya no me siento dividida entre varios mundos, sino empoderada por ellos ", afirma. Su amor por América Latina, por la cocina y la música, y su conexión con España y Colombia, forman parte de su identidad plural. Tras dos décadas como princesa, Tatiana está lista para escribir su propia historia. " Creo en la posibilidad de reescribir los cuentos de hadas. La vida es más rica y relevante que cualquier historia prefabricada. Uno es siempre el autor de su propia historia", concluye.