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El presentador Nando Escribano ha pasado las Navidades ingresado en un hospital de Madrid tras sufrir un dolor de cabeza tan intenso que ningún calmante conseguía aliviar. La migraña comenzó el día 24 y, lejos de remitir, fue aumentando hasta provocarle vómitos continuos. Los primeros TAC y resonancias no mostraron una causa clara, lo que mantuvo en alerta tanto a los médicos como a su entorno más cercano.
Nando Escribano informando a sus seguidores tras su ingreso | Foto: InstagramDurante esos días, Nando fue informando a sus seguidores sobre su evolución. Explicó que no respondía a ningún medicamento administrado y que el dolor era "el peor" que había sentido en su vida. Tras varias pruebas, los especialistas han empezado a orientar un posible diagnóstico, según ha contado él mismo: podría tratarse de una fuga de líquido cefalorraquídeo, una situación que explicaría la intensidad del dolor y la falta de respuesta a los analgésicos.
A la espera de nuevas pruebas, el presentador deberá permanecer inmóvil y en reposo absoluto durante varios días más. Esta situación le ha obligado a cancelar un viaje que esperaba con ilusión, aunque él mismo ha intentado restar dramatismo asegurando que lo importante es recuperarse. Aun así, ha agradecido la preocupación de sus seguidores y el apoyo recibido desde que se conoció su ingreso.
Nando Escribano informando a sus seguidores tras su ingreso | Foto: InstagramFiel a su sentido del humor, Nando ha bromeado sobre la comida del hospital, asegurando que ha comido "mejor en cualquier avión". Una amiga y compañera de trabajo acudió a visitarlo con croissants para animarle la tarde, un gesto que él compartió con cariño en redes sociales. A pesar de los momentos complicados, intenta mantener el ánimo mientras continúa bajo supervisión médica.
Nando, estable pero aún sin el alta médica
En conversación con Lecturas, Nando ha explicado que se quedó en Madrid tras el programa del día 24 y que una amiga tuvo que acompañarlo al hospital mientras él apenas podía soportar el dolor. Aunque hoy se encuentra algo mejor, sigue pendiente de la valoración del neurólogo y preocupado por no ocupar una cama que pueda necesitar otra persona en estas fechas tan complicadas para los hospitales.
