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La alfombra roja de la quinta y última temporada de 'Stranger Things' ha dejado una imagen tan inesperada como desconcertante: Millie Bobby Brown y David Harbour, protagonistas de la serie y envueltos en una reciente polémica por una supuesta denuncia de acoso, se mostraron más cómplices que nunca. Abrazos, risas y gestos de cercanía marcaron su reencuentro público en el TCL Chinese Theatre de Los Ángeles, apenas días después de que medios como The Daily Mail informaran que la actriz británica había presentado una denuncia formal por "acoso e intimidación" contra su compañero de reparto.
Según estas informaciones, la denuncia se habría producido antes del rodaje de la última temporada, y habría desencadenado una investigación interna por parte de Netflix. Aunque no se han hecho públicos documentos judiciales ni declaraciones oficiales por parte de los representantes de los actores o de la plataforma, la noticia generó un gran revuelo en la industria y entre los fans de la serie.
Por eso, el comportamiento de ambos en el estreno ha generado aún más preguntas. Las imágenes difundidas por medios y redes sociales muestran a Millie, de 21 años, y David, de 50, abrazándose con efusividad, compartiendo risas y posando juntos con total naturalidad. Incluso en la fiesta posterior, según testigos, permanecieron cerca durante gran parte de la noche. La actitud de la actriz, que en otras ocasiones había mostrado incomodidad en entrevistas cuando se mencionaba a Harbour, ha sorprendido a muchos seguidores que esperaban una distancia evidente entre ambos.
La relación entre los actores ha sido compleja desde el inicio de la serie en 2015, cuando Millie tenía apenas 11 años. En varias entrevistas pasadas, ambos describieron su vínculo como el de una "relación padre-hija", con momentos de tensión y reconciliación. Sin embargo, desde que se conoció la supuesta denuncia, han resurgido clips y declaraciones que algunos interpretan ahora bajo una nueva luz, como una entrevista de 2024 en la que Brown reaccionó con visible incomodidad ante una broma sobre una boda temática con Harbour como oficiante.
A todo esto se suma el contexto personal de David Harbour, quien atraviesa un proceso de divorcio con la cantante Lily Allen. El nuevo álbum de la artista británica, West End Girl, incluye letras que aluden a infidelidades y a un matrimonio abierto, lo que ha vuelto a situar al actor en el centro de la polémica.
¿Reconciliación real o estrategia de imagen?
La actitud afectuosa entre Millie y David ha generado todo tipo de interpretaciones: desde quienes creen que han limado asperezas en privado, hasta quienes sospechan que se trata de una estrategia de control de daños de cara al estreno de una de las series más importantes de Netflix. Por ahora, ni la actriz ni el actor han hecho declaraciones públicas sobre la supuesta denuncia ni sobre su comportamiento en la premiere. La incógnita sigue abierta, y el estreno de la temporada final, previsto para el 26 de noviembre, llega envuelto en una tensión que va mucho más allá de la ficción.
