Marta Peñate ha compartido con sus seguidores uno de los capítulos más duros de su vida: la pérdida del bebé que esperaba junto a su pareja, Tony Spina. A través de varios mensajes en su perfil de Instagram, la exconcursante de 'Gran Hermano', 'Supervivientes' y 'La isla de las tentaciones' ha relatado con detalle el sufrimiento físico que ha supuesto para ella este aborto. Aunque en un primer momento estaba dispuesta a someterse a un legrado, los médicos le recomendaron el uso de pastillas abortivas debido a sus antecedentes médicos. Sin embargo, esta opción, que ya había experimentado en el pasado, resultó ser "la peor experiencia" de su vida: "Escalofríos, diarrea, vómitos y dolores que algunas mujeres comparan con el parto".

A pesar de lo traumático de la situación, Peñate asegura que se encuentra "muy bien a nivel psicológico". En sus propias palabras, el sufrimiento físico ha sido mucho más difícil de sobrellevar que el emocional. " Yo creo que es hora de cerrar por completo el capítulo y no sufrir físicamente más ", expresó. La influencer, que ganó recientemente la primera edición de 'Supervivientes All Stars', confesó sentirse al límite del dolor, y ha señalado que si en los próximos días no logra expulsar completamente el embrión, se someterá finalmente al legrado.
A lo largo de los stories publicados en Instagram, Marta ha dejado claro que no piensa volver a optar por las pastillas abortivas en caso de una futura pérdida: " Han sido las peores cuatro horas de mi vida ". Aunque reconoce que en su anterior aborto la experiencia fue mucho más soportable, en esta ocasión el sufrimiento la ha llevado a un límite insostenible. "Tengo ganas de acabar con esto ya. Me entendéis, ¿no?", ha expresado.
Una decisión firme: seguir adelante
En un directo reciente, una seguidora le preguntó cuándo cree que será el momento de detenerse, de dejar de luchar por ser madre. Marta fue clara: "Cuando deje de ser feliz". A pesar del duro golpe, insiste en que su deseo de ser madre sigue intacto. De hecho, ya ha anunciado que, tras respetar el tiempo recomendado por los médicos, volverá a intentarlo con una cuarta transferencia embrionaria. Aunque reconoce que a veces se cuestiona si todo este proceso le compensa, su deseo de maternidad sigue siendo fuerte.
La desgarradora confesión de Marta ha reabierto el debate sobre la invisibilidad del dolor que muchas mujeres experimentan tras un aborto. Lejos de ocultar lo que ha vivido, la canaria ha optado por visibilizarlo con total honestidad, rompiendo tabúes y generando una ola de apoyo y comprensión entre sus seguidores. Su testimonio pone sobre la mesa la importancia de hablar abiertamente sobre el derecho de cada mujer a elegir el camino más adecuado para su salud y bienestar.