Galería: La vida de María Pombo en imágenes
María Pombo ha roto su silencio tras la publicación de la revista ¡Hola! que confirmaba que está esperando su tercer hijo junto a Pablo Castellano. Aunque la noticia ya ha sido ampliamente difundida, lo que ha generado más revuelo ha sido la reacción de la influencer ante los comentarios que la acusan de haber vendido la exclusiva. "No he vendido nada a nadie", escribió en redes sociales, respondiendo directamente a una usuaria que insinuaba que había comercializado la información.
La creadora de contenido, que se encuentra de vacaciones en Cantabria, compartió un carrusel de imágenes acompañado por la canción 'Déjame vivir' de Jarabe de Palo, una elección que muchos han interpretado como una indirecta a quienes han difundido la noticia sin su consentimiento. Aunque no ha hecho una confirmación oficial, su gesto ha sido leído como una forma de marcar límites sobre su vida privada. La filtración habría llegado desde su entorno más cercano, lo que ha generado aún más especulación sobre la privacidad de su familia.
Las críticas no han tardado en llegar. Algunos usuarios le reprochan que " vende absolutamente todo ", mientras otros la defienden, recordando que tiene derecho a decidir qué compartir y cuándo hacerlo. La polémica ha reabierto el debate sobre la exposición de los influencers y el control que tienen sobre su narrativa personal. María, que ha documentado abiertamente sus embarazos anteriores, parece esta vez decidida a mantener el control sobre cómo se comunica esta nueva etapa.

La agencia de representación de Pombo, Vertical, no ha querido hacer declaraciones al respecto. Tampoco se ha pronunciado Pablo Castellano, su marido, aunque fuentes cercanas aseguran que ambos están ilusionados con la llegada del nuevo bebé. La pareja, que superó una crisis tras el nacimiento de su hija Vega, continúa trabajando en su relación y en mantener un entorno familiar estable.
¿Privacidad o exposición?
La frase de María Pombo ha sido interpretada como una reivindicación de su derecho a decidir cómo contar su maternidad. En un entorno donde cada paso se analiza y se monetiza, la influencer lanza un mensaje claro: no todo lo que vive está en venta. Y aunque millones la siguen, ella insiste en que su vida no es un escaparate, sino una historia que quiere narrar a su manera.