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Ha llegado el momento de que Lorena Gallego sea juzgada. El lunes tenía lugar, en la Audiencia Provincial de Madrid, el juicio contra la detenida, y tanto la mujer de Paco González, María Teresa como su hija María acudieron valientes para enfrentarse a su agresora.
Allí han tenido que escuchar de boca de Lorena que se siente "muy culpable y muy arrepentida", además ha argumentado que "era el hombre de mi vida y me enamoré excesivamente de él". No ha tenido problemas a la hora de disculparse: " Quiero pedir disculpas a las víctimas, y a todo aquel que haya sido herido, me siento muy culpable, estoy muy, muy arrepentida, no paro de arrepentirme cada día de mi vida".
Además, la acusada les ha deseado lo mejor: "Ojalá estas personas me puedan perdonar, no era mi intención hacerles nada, ojalá sean muy felices ". Han sido tres los intentos de la acusada por quitar la vida a la mujer de Paco González, pues en su interior pensaba que, sin ella, tendría libre el camino para conquistar el corazón del periodista.
La rocambolesca historia comenzó con el enamoramiento obsesivo de Lorena por el periodista. La terrible historia terminó con esta persona contratando a sicarios rusos para quitar de en medio a su mujer, lo que no resultó. Después intentó hacerlo ella misma ayudada por su amigo Iván Trepiana.
La Fiscalía quiere que la acusada vaya a un psiquiátrico
Los dos se subieron al coche de la mujer, en el que también iba María, su hija mayor y les asestaron varias puñaladas, que de no frenarse por la intervención de algunos vecinos les hubieran costado la vida. Ambos fueron detenidos, pero la obsesión de Lorena Gallego le impidió dejarlo estar, y desde prisión trató de contactar con terceras personas para que terminaran lo que ella había empezado.
Ahora, el Ministerio Público pide que se le aplique una circunstancia eximente completa de alteración psíquica por un informe que concluye que padece un trastorno delirante de tipo erotomaniaco con episodios múltiples, agudos graves. En lugar de cárcel, el fiscal pide 34 años de internamiento psiquiátrico. Por su parte, Iván Trepiana argumenta en su defensa, que se sentía obligado a ayudar a Lorena Gallego porque amenazaba continuamente con suicidarse si no lo hacía.


