La Pelopony ha vuelto a colocarse en el centro de la polémica tras compartir en sus redes sociales el resultado de su última operación estética, esta vez en Turquía. La artista, que saltó a la fama en 'Supervivientes 2014', ha mostrado su rostro con los labios aún llenos de costuras y ha aprovechado para lanzar un discurso incendiario en defensa del sistema sanitario turco y del uso de dinero en efectivo para evitar impuestos.

En un vídeo publicado en Instagram, la cantante explicaba que eligió Turquía porque allí trabaja un especialista que solo opera labios. " Hace cuatro o cinco labios al día. Esa experiencia no la tiene ningún doctor en Europa ", aseguraba. A pesar de que en 2024 vivió una crisis tras someterse a seis intervenciones faciales simultáneas en ese mismo país, llegando a afirmar que se despertó ciega y sin poder respirar, ahora vuelve a alabar el sistema turco y critica duramente el español.
"Allí los doctores quieren que les pagues en efectivo. Tienes que ir con todo en efectivo, porque allí Hacienda no es como aquí que jode tanto ", afirmaba. Según ella, el coste total del viaje, el hotel y la operación fue de 6.500 euros, pagados íntegramente en metálico. " España es un país de pobres y de muertos de hambre. Aquí tienes que declarar hasta una aguja ", sentenció, generando una oleada de reacciones en redes.

Las declaraciones han causado un fuerte revuelo, no solo por su tono despectivo hacia el sistema fiscal español, sino también por la defensa explícita del pago en negro, algo que ha sido duramente criticado por profesionales del sector sanitario y usuarios en redes. Además, sus palabras incluyeron afirmaciones de carácter xenófobo y referencias políticas que han sido calificadas de ofensivas y peligrosas.
Una figura mediática marcada por la controversia
No es la primera vez que La Pelopony genera titulares por sus intervenciones quirúrgicas o sus declaraciones. En 2024, tras su crisis postoperatoria, aseguró que "creía que se moría" y que "estuvo ciega y sin analgésicos". A pesar de aquella experiencia traumática, ha vuelto a someterse a una nueva intervención en el mismo país, esta vez con un discurso que mezcla provocación, orgullo y desinformación. Mientras tanto, las redes arden y el debate sobre los límites de la exposición pública vuelve a estar sobre la mesa.