Kiko Hernández, en urgencias después de ser agredido por unos desconocidos en la vía pública

Hace unos días se conocía la noticia del inicio de la huelga de hambre de Kiko Hernández y Fran Antón, que tenía como objetivo conseguir salvar el negocio que la pareja posee en el puerto de Melilla. El local había sido clausurado y fue entonces cuando el colaborador de televisión y su marido decidieron manifestarse en contra de esta medida.

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Pero ahora, la huelga de hambre se ha visto interrumpida debido a una brutal agresión que Kiko Hernández ha sufrido en plena vía pública por parte de un desconocido. "Así se terminan las huelgas de hambre aquí. Te dan una paliza y al hospital", expresaba el colaborador mientras compartía su parte médico en el que se podía ver que acudía a urgencias por una agresión con las manos y las piernas.

Y es que además de las numerosas patadas y los puñetazos, el desconocido también empujó al presentador contra un muro, provocándole un traumatismo craneoencefálico leve por una contusión al ser golpeado contra una pared.Y eso no es todo, puesto que el colaborador no fue el único agredido, sino que él mismo se enfrentó al agresor para proteger a su empleada de 60 años a la que querían matar.

Kiko Hernández denuncia a su agresor en redes | Fotografía: RRSS

Kiko ya ha puesto el asunto en manos de la Guardia Civil, pero también ha querido compartir un mensaje por redes sociales. En dicho mensaje ha expresado que el supuesto agresor está muy ligado con un partido político de Melilla. Tras esto, Hernández ha adjuntado una fotografía para tratar de identificar al agresor.

El perfil del agresor

"Un viernes viene este mierda (refiriéndose a su agresor) a las 2.00 con cuatro amigos para que paremos la huelga con agresiones y encima mandado por terceros. Él se dedica en elecciones a vender votos por correo de un partido político. Ese es su oficio. Aparte de venir borracho y puesto hasta arriba", iniciaba el colaborador de televisión. "Las peleas de la agresión a las 2:10 y protegiendo a mi empleada de 60 años a la que querían matar. Eso es Melilla y esto es la política de Imbroda ", concluía Hernández.