Los 10 años de matrimonio (11 hubieran sido en julio) de Paula Echevarría y David Bustamante les dejan muy buenos recuerdos, una parte de su vida vivida en común y sobre todo una niña a la que quieren sobre todas las cosas. Su pequeña Daniella es su gran obra, y por ella han intentado aguantar hasta que al final no han podido más y han decidido romper la relación.
Paula Echevarría y David Bustamante llevan de la mano a su hija Daniella antes de la vuelta al coleSin embargo, en su caso no es tan fácil. Ha sido una pareja que de cara a la galería ha vendido una imagen que ha sabido rentabilizar. Cada uno ha triunfado en sus respectivas profesiones, pero además de eso venden imagen de marca, algo que ahora que han roto tienen que solucionar.
Como ha señalado María Patiño en 'Sálvame', hay una serie de circunstancias económicas que tienen que solventar, en concreto " determinadas circunstancias relacionadas con campañas de publicidad ". Una vez arreglado, el divorcio sería un hecho y podrían enviar el famoso comunicado que se espera en las redacciones de España y que se sigue resistiendo.
La fortuna de los Bustamante-Echevarría
Por otro lado, Vanitatis señala que hace 3 años ya firmaron unas capitulaciones en las que dejaban claros los términos de su divorcio en caso de su matrimonio terminara. Quizás entonces ya no era todo tan idílico y buscaban proteger sus fortunas y evitar un proceso largo y traumático que haría daño a los 3.
Paula Echevarría y David Bustamante en el estreno de 'De mutuo desacuerdo'Su patrimonio consistiría en tres empresas y dos casas; de las compañías, dos pertenecen al cantante y una a la actriz. Al haberse casado en régimen de separación de bienes, el reparto no será especialmente complicado y cada uno tiene claro qué es de cada uno. Lo más problemático es su casa familiar, El Cantábrico. Ubicada en la urbanización Villafranca del Castillo (Madrid), ha sido su vivienda desde su boda, por la que la pareja desembolsó en torno a 1,5 millones de euros. Se trata de un parcela de 2500 metros cuadrados, de los que 500 son vivienda. Tiene piscina privada, amplio jardín, siete habitaciones, dos salas de ocio, una de cine y cuatro baños. La escritura beneficia a Bustamante, que tiene 4 quintos de la residencia, aunque es poco probable que la vendan, ya que Daniella está contenta allí.
