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La vida de Nando Escribano es una historia de resistencia, dolor y una fortaleza que impresiona. El presentador, conocido por su etapa en 'Cazamariposas' y 'Espejo Público', ha compartido con Lecturas uno de los relatos personales más duros y conmovedores que ha vivido: la pérdida de sus dos padres cuando apenas estaba empezando a construir su vida adulta. Ambos fallecieron con 64 años, justo antes de poder disfrutar de la jubilación que llevaban trabajando desde los 13.
Su calvario comenzó cuando tenía poco más de veinte años. Primero enfermó su hermano Luis, diagnosticado de cáncer con solo 30 años. Tras una lucha rápida y complicada, logró superarlo. Pero cuando la familia empezaba a respirar, llegó el segundo golpe: el cáncer de su padre. Nando tenía 25 años y, aunque intuía la gravedad, su madre intentó protegerlo hasta el final. Su padre murió justo antes del estreno de 'Cazamariposas', sin saber realmente que estaba en sus últimos días. " Todos sabíamos lo que iba a pasar, pero él nunca quiso preguntar ", recuerda.
Nando Escribano en el hospital | Foto: InstagramLa muerte de su padre unió aún más a Nando con su madre. Durante dos años compartieron una relación estrechísima, llena de mensajes de voz diarios, aprendizajes mutuos y una complicidad que él describe como uno de los mayores regalos de su vida. Pero el destino volvió a golpear. Su madre fue diagnosticada de un cáncer agresivo entre la laringe y el esófago. Aunque al principio había esperanza, la enfermedad avanzó con una rapidez devastadora. Falleció en diciembre de 2015, apenas dos meses después del diagnóstico.
Nando recuerda ese periodo como el más doloroso de su vida. La acompañó en todo momento, incluso en su último aliento. "No hay nada que me haya roto más que el último roce de mi madre", confiesa. Durante meses no pudo escuchar los mensajes de voz que ella le enviaba. Cuando por fin se atrevió a recoger sus cosas, encontró una caja llena de recortes de entrevistas suyas, guardadas con orgullo en su mesita de noche.
El miedo a la soledad y la fuerza de volver a empezar
Tras la muerte de su madre, llegó el silencio. El papeleo, la rutina, la casa vacía. Y la pregunta que más le atormentaba: "¿Y ahora qué?". Nando admite que la soledad le dio miedo. Que se preguntó quién se alegraría por sus éxitos, quién le querría de forma incondicional. Con el tiempo ha aprendido a sostenerse a sí mismo, a reconstruirse y a pedir ayuda cuando la necesita. Su casera, psicóloga, se ha convertido en un apoyo fundamental en este proceso.
Nando Escribano mostrando la comida del hospital | Foto: InstagramHoy, mientras se recupera de un bache de salud, Nando vuelve a demostrar la misma fortaleza que lo ha acompañado toda su vida. Su historia no es solo la de una pérdida, sino la de alguien que ha sabido levantarse una y otra vez, incluso cuando parecía imposible.