Nunca una kiss cam dio tanto qué hablar como sucedió con la que protagonizaron la directora de Recursos Humanos de la empresa Astronomer y el ejecutivo de cuentas de la empresa, Andy Byron. Esta kiss cam que tuvo lugar en el concierto de Coldplay se volvió totalmente viral porque, en el momento en el que ambos eran enfocados muy acaramelados, salían corriendo para dejar de ser vistos en público.
Evidentemente esto no quedó en un momento divertido, sino que fue un paso más allá y salieron a la luz las identidades de los dos protagonistas de la polémica kiss cam del concierto. La razón por la que salieron corriendo para evitar ser pillados es que ambos tenían matrimonios consolidados e hijos, sobre todo en el caso de Andy Byron, pues ahora hemos conocido la realidad de la otra parte.
📷 | La mujer pillada en la 'kiss cam' de Coldplay con el CEO de Astronomer pide el divorcio
— El Periódico (@elperiodico) September 8, 2025
Durante un concierto el pasado 16 de julio, la pareja fue apuntada con la 'kiss cam' y su reacción se viralizó en redes socialeshttps://t.co/g6JRVQ05Ydpic.twitter.com/j0uFmSdZrZ
El marido de Kristin Cabot, Andrew Cabot, ha decidido pronunciarse públicamente semanas después de este momento y lo ha hecho a través de un portavoz para dejar algunos puntos claros. Según ha dicho dicho portavoz, el matrimonio "se separaron de forma privada y amistosa varias semanas antes del concierto de Coldplay. Su decisión de divorciarse ya estaba en marcha antes de esa noche", dice el comunicado.
Zanjando así la polémica por un lado
Lo que está claro es que el todavía marido -aunque ya separados- ha querido zanjar esta polémica y limpiar así la imagen de Kristin Cabot, evitando "especulaciones", algo que ha sucedido durante todo este tiempo. "Ahora que la solicitud de divorcio es pública, Andrew espera que esto ponga fin a las especulaciones de manera respetuosa y permita a su familia la privacidad que siempre han valorado", concluía el comunicado.
Esta gran pillada en la kiss cam hizo que ambos sufrieran un gran sismo en su vida pues el propio Andy Byron dimitió un día después de haber sido suspendido por el consejo directivo de la empresa en la que ambos trabajaban. Ella también hizo lo propio, renunciando a su puesto de trabajo tras toda la polémica. Nunca una kiss cam fue tan indiscreta como la del concierto de Coldplay.