Carla Barber ha decidido poner a la venta el palacete que tiene en Madrid, algo que ha podido saber la revista Semana. Esta impresionante propiedad ubicada en la capital madrileña tiene más de 800 metros cuadrados construidos y una increíble parcela, es por eso que había reformado la mansión para adaptarla a sus gustos y convertirla en un hogar, pero de ella ha disfrutado más bien poco.
Carla Barber delante e la fachada de su casa con uno de sus hijos/ Foto: InstagramLa canaria le vende por unos 6,5 millones de euros, tiene cinco habitaciones, ocho baños y un jardín de estilo francés del que ha presumido mucho en sus redes sociales. De momento en sus redes sociales no ha contado la razón por la que ha decidido deshacerse de esta mansión, si bien es cierto, desde que se mudó a la misma no ha parado de tener contratiempos que ha tenido que ir solventando.
En menos de dos años ha sufrido varios infortunios que ha documentado con vídeos y fotos en sus redes sociales, así que quizás eso tenga mucho que ver. Una de las cosas a la que ha tenido que hacer frente fue una inundación cuando llegó al dana y acabó destrozando numerosas viviendas. En ese momento se quedó sin luz porque el agua provocó un cortocircuito, parte de la pintura del techo se desprendió, cayendo encima de los muebles.
Carla Barber en una de las habitaciones de su casa/ Foto: InstagramElla tiró de humor y así lo contó en sus redes sociales: " ¿Ustedes creen en las energías? Yo no sé qué es lo que pasa en esta casa, pero es muy heavy. Menos mal que me tomo las cosas con filosofía y han venido los del seguro". Antes de esto contó que estaba pasando mucho calor en la vivienda por las altas temperaturas y porque los muros de la vivienda de recalentaban y los enormes ventanales hacían efecto lupa. "No tengo aire acondicionado. No porque no me funcione, sino porque nunca me lo instalaron y la casa no tiene aire. Está siendo una odisea absoluta. Esto está siendo insufrible", comentaba.
Podría mudarse cerca de su familia
Asimismo, en uno de los baños colocó espejos en el techo, pero cuando llevaba muy poco tiempo viviendo vio cómo se desprendió, rompiéndose en mil pedazos, aunque por suerte en el interior no había nadie y solo tuvo que lamentarse por los daños materiales. Sea como fuere, quizás todo esto haya generado incomodidad en ella, o también ser de Canarias, donde dijo que había pensado mudarse para estar más cerca de su familia.
