La actriz organizó una gran fiesta en la que no faltó de nada para celebrar el 10º aniversario del nacimiento de su hija.
La hija de Paula Echevarría y David Bustamante se va haciendo mayor. Parece que fue ayer cuando sus padres la recibían cargados de alegría e ilusión, pero lo cierto es que mucho ha llovido desde entonces. Daniella Bustamante Echevarría cumplió una década de vida el pasado 17 de agosto de 2018, y su madre quiso celebrarlo con una divertida fiesta en la que no faltó nada ni nadie, salvo su padre."¡Felicidades mi princesa! Hoy hace 10 años que naciste, y cada día, desde entonces, ¡me has hecho la mujer más feliz del mundo! Eres tan especial y me lo haces todo tan fácil...", apuntaba una emocionada Echevarría junto a una foto que publicó en su perfil de Instagram en la que posaba con su pequeña (ya no tanto). "Probablemente yo te haya enseñado muchas cosas en todos estos años, pero ni te imaginas la cantidad de cosas que tú me has enseñado a mí...", continuaba la madre de la criatura, coincidiendo en lo que ya había dicho Bustamante durante su propia felicitación.
La actriz terminó su emotivo mensaje asegurando a su hija que la quiere más que a su vida y que su "única meta" era hacerla feliz tanto en el día de su cumpleaños como en el resto de su vida. No se puede predecir cómo de bueno será el devenir de Daniella, pero lo que si se sabe con certeza es que la chica se lo pasó en grande durante la fiesta que Echevarría le preparó, en compañía de sus familiares y amigos.
Una fiesta por todo lo alto
La asturiana alardeó de fiestón con todos los seguidores de sus redes sociales y publicó numerosas historias en las que se podía comprobar que tanto ella como los invitados lo estaban pasando en grande. A ritmo de 'Sube las manos pa' arriba' de Pitbull, Echevarría intentaba marcarse unos cuantos pasos de baile sin mucho éxito, mientras que los niños seguían las indicaciones de unos animadores profesionales para que no tuvieran ni un minuto para aburrirse.
Como en todas las fiestas de cumpleaños, la tarta no podía faltar y Echevarría encargó un pastel tan bonito que hasta daba pena comérselo. Los unicornios fueron los protagonistas de la decoración y ni la actriz pudo resistirse a subirse a lomos de uno de estos hinchables con forma de caballo con cuerno. Otro de los indispensables en cualquier celebración es el photocall, y Daniella posó frente a él muy feliz y divertida junto a sus primas, ataviadas con todo tipo de accesorios para hacer de la fiesta un evento todavía más desternillante. Como colofón final, unos fuegos artificiales iluminaron el cielo nocturno para poner punto final a un día perfecto en que la protagonista se divirtió como nunca. Echevarría ha dejado el listón muy alto con esta pedazo de fiesta y Bustamante tendrá que currárselo mucho para igualar o superar el nivel, aunque seguro que a Daniella le sobra con pasar unos cuantos días junto a su padre.