El extorero José Ortega Cano demandó a la revista Mongolia por una publicación satírica y ahora exige una indemnización de 40.000 euros por haber vulnerado su derecho al honor u también a la propia imagen. La imagen a la que se refiere responde a un cartel que sirvió para promocionar el Mongolia, el Musical del 12 de noviembre de 2016 en su ciudad natal, Cartagena.
El juicio en el que el medio y extorero se verán las caras tendrá lugar el próximo 15 de noviembre. El rostro de Ortega Cano aparecía sobre el cuerpo de un extraterrestre junto a frases como ' estamos tan a gustito, popularizada por él en los años 90. También aparecían otras como 'antes riojanos que murcianos' o 'Viernes de Dolores... sábados de resaca'.
José Ortega Cano en la publicación de la revista MongoliaEl abogado de Ortega Cano, Enrique Trebolle, se trata de un cartel que está en el terreno de la mofa y el escarnio. "Está absolutamente injustificado y es gratuito". Por otro lado, se hace alusión al beneficio económico que se ha obtenido a través de dicho cartel, y lo han conseguido a través de la vejación y la burla. El abogado también pide que se tenga en cuenta lo siguiente: "El lucro obtenido por la demandada a consecuencia de la utilización denigrante de la imagen".
Duro problemas económicos
Por su parte, la revista Mongolia se encuentra en la cuerda floja, y ha respondido a Ortega Cano haciendo alusión a la esencia satírica de la revista. La abogada de Mongolia, Isabel Elbal, apunta: "Se ha hecho con intención jocosa y sin ánimo difamatorio. Y añade: " Tiene cabida en la libertad de expresión, más aún tratándose de un espectáculo satírico". Además, recuerda que el protagonista es un personaje público, habitual de la prensa del corazón, por lo que rechaza que ante unos medios muestre su vida privada y reconozca los problemas y admitir las bromas, pero no hacerlo ante otros.
Afrontar esta indemnización sería el suicidio de la revista que ha tenido que financiare a través de las aportaciones de los lectores. El micromecenazgo es su principal fuente de financiación o eso es lo que pretende la publicación. El objetivo es que sus lectores y suscriptores les ayuden a financiar los costes derivados del juicio.
